Al final no pudo ser. El Real Madrid superó al Valencia Basket que pese a vaciarse, a volver a dejar el resto sobre la pista, no le bastó para volver a ganar a los de Laso. La escena de la pasada temporada se volvió a repetir. Los aficionados ganaron la cancha y reclamaron la salida de los jugadores. No importaba ya haber perdido. Estaban orgullos de ellos. Pese a todos los impedimentos y trabas que han rodado a los taronja durante toda la serie, el Valencia Basket nunca se ha rendido, no ha bajado los brazos. Detalles puntuales han marcado la eliminación aunque eso no ha impedido demostrara que el proyecto sigue firme y que cada año va más al alza. Algunos jugadores ayer en las fotos y firma de autógrafos con los seguidores derramaron alguna lágrima. Se sintieron emocionados e impotentes al mismo tiempo de no haber conseguido forzar el quinto partido. El gen del Valencia Basket de compromiso está más que consolidado y esa es la piedra sobre la que debe apoyarse para el futuro.

Acierto exterior blanco

El Real Madrid afrontó el partido con una mayor seriedad que en el duelo del pasado martes. Con un enorme acierto exterior (nueve triples convertidos en la primera mitad por solo dos de los taronja) los blancos tomaron la iniciativa del marcador y del juego del desde el salto inicial. Tras un 8-18 peligroso, el Valencia Basket reaccionó de la mano de Sato, Stefansson y Hamilton junto a la dirección de Vives. Con el lastre de los triples encajados, un lanzamiento de Rudy Fernández disparó a los de Laso con su máxima renta en el choque (18-31). A base de los argumentos ofrecidos en el tercer partido de la serie, el equipo de Pedro Martínez hizo un parcial de 6-0 que metió en el choque no solo a los jugadores sino también a la grada. Con un desgaste grande, una mayor intensidad y energía los valencianos realizaron su máximo acercamientos tras un triple de Sato (36-39). Los puntos de Nocioni en el tramo final de la primera parte permitieron a los blancos llegar con ventaja al descanso (38-44).

El paso por los vestuarios marcó la dinámica alcista que llevaba ya dirigida el conjunto de Pedro Martínez. De esta manera, tras un trabajo descomunal, Hamilton puso por primera vez por delante al Valencia Basket en todo el partido (51-50). El pívot norteamericano, junto a Dubljevic encarnaron todo le poder ofensivo del conjunto taronja anotando los quinte puntos del tercer período. Con paciencia en ataque, un trabajo incansable en el rebote y una energía desbordante los valencianos mantuvieron su renta mediado ya el último cuarto (64-62).

Deciden los tiros libres

Con un choque enfilado a la igualdad los pequeños detalles podían marcara diferencias. El acierto exterior del Real Madrid, volvió a hacer acto de presencia. Carroll y Llull tomaron protagonismo en los de Laso y pusieron en franquicia el partidos para sus interesantes tras otro triple convertido por Nocioni (68-73). No se arrugó el Valencia Basket hasta que los tiros libres tomaron protagonismo. Con 73-76 en el marcador Carroll y Vives fueron los ejecutores de ambos equipos, respectivamente.

Al final no se repitió la gesta. El Real Madrid se metió en la final y el Valencia Basket dijo adiós. Eso sí, con la cabeza muy alta.