Las entradas para el Gran Premio de Motociclismo de la Comunitat Valenciana, que se celebra del 11 al 13 de noviembre en el Circuit Ricardo Tormo de Cheste, están agotadas. A más de un mes para la carrera que cierra el Mundial, las gradas ya tienen todas las localidades cubiertas, excepto unas 60 de la zona VIP. El lleno, por tanto, está asegurado. Nada menos que 115.000 personas acudirán el segundo fin de semana de noviembre a la cita de las motos más atractiva del mundo. Lo dicen las cifras. Ningún otro gran premio vende con tanta antelación todos los billetes. Lo dijo ayer, con la sonrisa dibujada en el rostro, el director del Circuit, Gonzalo Gobert, para quien no es nuevo dar esta información. Lo mismo ocurrió el año pasado, y el anterior, una vez la carrera valenciana recuperó el potencial social mermado durante los peores años de la crisis. «El producto que ofrece el GP de la Comunitat Valenciana es muy bueno, pero ningún circuito del mundo hace lo que nosotros hacemos», aseguró Gobert durante la presentación del cartel de la prueba. «El secreto de este éxito es seguir mimando al aficionado que es el importante. Hemos hecho un esfuerzo y hemos añadido tres pantallas más „serán diez„ para seguir la carrera», añadió.

La carrera de Cheste llega este año, posiblemente, con sólo la categoría de Moto2 por decidirse. En Moto3 ya hay campeón, después de que el sudafricano Brad Binder se coronase en el Gran Premio de Aragón. Y en MotoGP, donde se centran los focos, será difícil que Marc Márquez no tenga ya el título asegurado después de las tres carreras de la gira asiática. Disputados 14 de los 18 grandes premios del calendario, Marc Márquez suma 248 puntos, 52 más que Valentino Rossi, segundo, que tiene 196. La ventaja que acumulada hace que no necesite más victorias para alzarse con el campeonato y que pueda sentenciar su tercer título de MotoGP ya en el próximo GP de Japón, que se disputará el 16 de octubre en Motegi.

Aún así, las emociones están aseguradas en Cheste. Hay alicientes de sobra para el aficionado a las motos. En Moto3, el valenciano Jorge Navarro se siente más preparado que nunca para ganar la carrera en casa. Segundo en el Mundial, recuperado ya de su grave lesión (rotura de tibia y peroné), el vallbonense demostró en la última carrera, en Aragón, que su salto a Moto2 el próximo año no es un acto precipitado. Ganó en una demostración de recursos. «Esta temporada, el GP es el más especial. Llego fuerte y quiero despedirme de Moto3 con una victoria en Cheste», dijo ayer durante la presentación del cartel, acompañado de Héctor Barberá, el único piloto valenciano que compite en la máxima categoría.

El conseller d'Educació, Investigació, Cultura i Esports de la Generalitat Valenciana, Vicent Marzà, valoró la consolidación de la carrera valenciana. «Nos alegramos de que deportivamente sea una referencia. Para nosotros es importante la sostenibilidad del GP, que los accesos sean buenos y que pueda continuar cada vez en unas mejores condiciones».

A las mejoras se refirió, precisamente, el director del Circuit. Gobert destacó el reasfaltado del final de la recta y del inicio de la primera curva, así como algunos pianos, ya que el césped artificial había empezado a dar problemas a los pilotos. «También tenemos un Circuit más verde, ya que cada año vamos plantando más árboles. Este año ya hay 300 más», dijo.