Semanas después de renovar su continuidad hasta 2021, el Gran Premio de la Comunitat Valenciana de Motociclismo consolidó ayer su relevancia internacional con un dato aplastante: cierra el Mundial como la prueba con más asistencia de público de todo el campeonato en el día de la carrera. Los 110.050 espectadores que acudieron ayer al Circuit Ricardo Tormo superan, con creces, al resto de grandes premios de España (Catalunya, Jerez y Aragón). Tampoco hay otra prueba del Mundial, en el extranjero, con tanto apego. El análisis requiere una atención especial si contextualizamos la cita del año pasado y la de este. En 2015, la carrera de MotoGP llegó con todo por decidirse y envuelta en la polémica entre Rossi-Lorenzo-Márquez (tras la patada del italiano al catalán en la carrera previa de Malasia), que provocó una atención mediática jamás conocida en Valencia. Pues bien, la asistencia ha subido ligeramente este año el día de la carrera pese a que todo estaba decidido y las aguas llegaban mansas. Fue normal, por tanto, que el nuevo gobierno valenciano, enemigo declarado de los «grandes eventos», se pusiera a negociar seriamente con Dorna, propietaria de los derechos del campeonato, la renovación. Las motos pertenecen a un ámbito mucho más público que la fórmula 1 o la Copa América. La profundidad de las raíces alcanzan hasta los años 70, cuando un tal Ricardo Tormo ganaba su primer campeonato del mundo. Por delante también, en número de asistentes, de los grandes premios de Italia, Francia, Alemania y Austria, el acontecimiento de Cheste tiene la vida asegurada.

Las conclusiones positivas que deja el GP se cierran con otras señales de optimismo para el motociclismo valenciano, necesitado de más candidatos a ganar el Mundial en cualquiera de las tres categorías (el último título es el de Nico Terol, en 2011). Los resultados de los pilotos de «casa» no fueron buenos, ayer, es cierto, pero se abre una temporada más ilusionante que la anterior.

Después de años de crisis del motociclismo valenciano, llegan disparados varios pilotos. Jorge Navarro (La Pobla de Vallbona, 1996), tercero en el Mundial de Moto3, da el salto a Moto2 con muchas garantías. Junto a él estará Iker Lecuona, que tras unos meses de pruebas en la categoría, promete mejores resultados. En Moto3, el nombre de Arón Canet (Corbera, 1999) es una referencia segura en 2017. La moto le dejó tirado ayer en la salida después de haber firmado una sorprendente «pole». A él se unirá en la categoría el último recién llegado, el Vicente Pérez (Cullera, 1998).

Pero la atención debe fijarse, otra vez, en el mejor piloto valenciano del momento. Con 30 años recién cumplidos, Héctor Barberá (Dos Aguas, 1986) tendrá la mejor moto de su carrera, una Ducati oficial que le lleva a otra órbita, más cercana a la de los grandes del momento. Quizá se le vea luchando por el podio.

Lo que es cierto es que la afición valenciana, que tanta fuerza hizo en los años 80 y 90 para la construcción del Circuit, está ansiosa de alegrías. Hay ganas de reeditar los éxitos conseguidos en su día por Ricardo Tormo, Jorge Martínez Aspar, Champi Herreros y Nico Terol, los cuatro valencianos que han ganado el Mundial en diferentes categorías. Con la Cuna de Campeones a pleno rendimiento, viene gente por detrás para subirse al Mundial.

La jornada dejó tres triunfos totalmente previstos en las distintas categorías. En MotoGP ganó Jorge Lorenzo, dominador de la carrera de Cheste en tres de los cuatro últimos años. El mallorquín celebró el triunfo en su despedida de Yamaha y Marc Márquez, el Mundial. El catalán llegó a la cita con tercer título de MotoGP cerrado. No fue un buen día, por otra parte, para la parroquia de Valentino Rossi. El italiano, reñido con el circuito valenciano, se quedó fuera del podio. En Moto2 y en Moto3, los campeones, John Zarco y Brad Binder, respectivamente, cruzaron primeros la meta. Después de sus problemas con la moto, Canet entró el decimonoveno. Jorge Navarro lo hizo diez puestos por delante.

El Mundial 2016 se cerró ayer y hoy empieza el 2017, porque las escuderías de MotoGP empiezan a probar sus motos. Lorenzo inicia su andadura con Ducati, la misma marca que conducirá Barberá. El Gran Premio de la Comunitat Valenciana dejó más conclusiones. La progresiva mejora de los accesos permite que acudir y salir del Circuit sea mucho más llevadero que en la mayoría de circuitos del mundo.