La Diputación de Valencia presentó el Plan de Movilidad Ciclopeatonal, uno de los proyectos más ambiciosos de la presente y futuras legislaturas, con una inversión prevista de 36,6 millones de euros y 97 actuaciones en todas las comarcas, con el objetivo de mejorar la seguridad de peatones y ciclistas en el marco de la movilidad sostenible.

En palabras del presidente, Jorge Rodríguez, «este es un plan ambicioso que huye del cortoplacismo político y traza un mapa de actuaciones en 14 comarcas, con el fin de conectar núcleos urbanos cercanos, municipios con polígonos, estaciones y urbanizaciones o vías de la Diputación con redes ciclopeatonales de otras administraciones».

La idea expresada por Rodríguez es «actuar en la mejora de la movilidad de las personas y el refuerzo de la seguridad, dando respuesta a reivindicaciones históricas de los municipios, en muchos casos».

La apuesta de la Diputación, y en especial del área de Carreteras que dirige Pablo Seguí, es la conservación de las vías de titularidad provincial y el refuerzo de la seguridad para reducir los accidentes en esa red viaria de la Diputación, que cada año invierte alrededor de 40 millones de euros en carreteras e infraestructuras como estas vías para peatones y ciclistas. El plan, presentado ante alcaldes y alcaldesas, con 22 actuaciones ejecutadas o en marcha y otras 14 proyectadas, de las 97 que contempla este mapa de ciclopeatonales, actuará en 132 kilómetros de vías y dará respuesta a problemas de seguridad vial de los municipios de la provincia, algunos perpetuados durante más de 20 años. Esos puntos de conflicto, con accidentes y víctimas mortales, comienzan a resolverse con estas vías que conectan municipios y personas, aportando seguridad a trayectos que habitualmente se han tenido que hacer a pie o en bicicleta en vías con tráfico denso y arcenes poco espaciosos o inexistentes.

El titular de Carreteras, Pablo Seguí, explicó los detalles de un plan que, contemplando el horizonte de 2025 para completar la red intercomarcal, ha realizado «un diagnóstico en profundidad del territorio para dotar a las carreteras de la Diputación de un plus de movilidad segura y sostenible».

«La intención es, además, facilitar y promover el uso del transporte no motorizado en trayectos que pueden realizarse a pie o en bicicleta», añadió Seguí.

Para dotar a estos nuevos espacios de la seguridad necesaria, «deben estar separados físicamente de las carreteras, de manera que no puedan ser invadidos por los vehículos». Algunos de ellos ya están en servicio, como las vías ciclopeatonales del Mareny, Llíria, Fontanars, Ribarroja o Rafelguaraf, otras están proyectadas, y el resto, para llegar a todas las comarcas valencianas, se irán redactando y proyectando en los próximos meses.

«Espacios protegidos»

La Diputación, a través del área de Carreteras, atiende esa multiplicidad de usuarios y el hecho de que estos no siempre pueden compartir el mismo espacio sobre la calzada. Pablo Seguí explicó que «si bien existe un tipo de ciclista deportivo, para el cual su terreno de juego natural es la carretera, hay un segundo tipo de ciclista para el que la bici es un medio de transporte o simplemente de recreo, y que requiere de espacios protegidos».

En cifras, hay 22 actuaciones ejecutadas, en ejecución o en licitación, con una inversión de 4,6 millones de euros; 14 actuaciones en proyecto de construcción, con un coste previsto de 6,7 millones de euros, y 61 actuaciones propuestas, con algo más de 95 kilómetros de ejecución y un presupuesto aproximado de 25,3 millones de euros.

En la financiación de este Plan, además de las partidas directas previstas por la Corporación a través del área de Carreteras, hay una segunda vía en la que ya trabaja el área de proyectos Europeos que dirige Bartolomé Nofuentes, que se ha implicado en el proyecto con la búsqueda de inversión europea.