P ¿Cuándo empieza su pasión por la vela?
R Mi padre tenía un barco pequeño y nos llevaba a navegar a las regatas del Club Náutico de Castellón. Él las vivía con mucha ilusión y con pocos medios. De ahí han salido muchos regatistas.
P ¿A qué se dedica su padre?
R Mi padre es cirujano general digestivo en el Hospital General de Castelló. Y su afición era, todos los fines de semana, salir al mar. No fallaba ni uno: lloviera o hiciera 40 nudos. Con 5 o 6 años, yo ya estaba allí. Me puedes poner boca abajo, que no me mareo.
P Y ser campeón del mundo con su padre, de 79 años, en la tripulación, ¿qué supuso?
R En un gabinete de crisis se planteó si se podía ganar un Mundial, de solo 12 tripulantes, con uno de ellos más mayor (79 años), pero hay cosas más importantes que ganar. Fue un homenaje para él, que vino a todos los entrenamientos.
P ¿Y qué hizo su padre dentro del barco?
R Es el capitán, un puesto carismático. Lo vive como un niño, nos da sus consejos de la vida y genera buen ambiente. Yo soy el poli malo y él es una figura divertida, que hace chistes, que relaja y cuenta anécdotas. Una figura por encima del bien y del mal.
P ¿Cómo se sintió usted a la caña?
R Es el puesto que siempre me ha gustado. Siempre he tenido esa duda existencia; si llevar yo el barco o coger a un profesional. Cuando nació el proyecto ganador, hace unos años, me reuní con los hermanos Tomás, Axel Roger y Pepe Martínez, y lo cedí a Axel, que es una apuesta más segura, pero ahora voy a seguir yo para la Copa del Rey de principios de agosto. Es una decisión que estaba ya tomada.
P Además de la Copa, ¿hubo un premio económico?
R La vela es una ruina en ese sentido.
P ¿Cuánto dinero le cuesta la vela al año?
R No hay una cifra exacta. Todo lo pago yo, no depende de un patrocinio, y prefiero no saberlo.
P ¿Cuántos barcos tiene?
R Uno de competición de vela, el Porrón IX. Cuando venía la Reina, al preguntarme por el nombre del barco, se asustaban un poco. Incluso en la última Copa del Rey, vino el gabinete de prensa del Rey y me preguntó por qué no cambiaba el nombre a «doctor Senís». Pero si el del rey se llama «bribón», por qué no voy a poder ponerle yo «Porrón». Mi padre compró un barco y llevaba este nombre. Nosotros creíamos que venía de porrón de beber, pero es un pájaro de las islas Columbretes.
P ¿Tiene algún referente?
R No he tenido un profesor de vela que me haya marcado. He sido muy autodidacta. En medicina sí tienes una escuela. En el podio del otro día, todos los españoles habían navegado conmigo. Hemos aprendido un poco de todos.
P ¿Cómo está la vela en València?
R A València la veo bien. En la Comunitat la gente está más retraída en su propia ciudad, se ha perdido este concepto de clubes de ir de Alicante a Castellón y de Castellón hasta Alicante. La vela ligera la veo bien, tengo la suerte de vivilar ahora con mi hija Daniela, de 12 años, hay ciento y pico niños y una buena cantera. El ciclo se va repitiendo. En clubes, hace falta recuperar el ciclo económico y que haya gente como yo, que hemos apoyado la vela ayudando a los niños de los optimist, apoyando regatas...
P ¿Qué dejó la Copa América?
R Fue una pena que no hubiera otra edición fuerte. Lo recuerdo como algo muy bonito para la ciudad, pero fue más un proyecto visual, notoriedad máxima (ver a 100.000 personas en la final), pero yo lo cambiaría al revés: ¿Qué podemos hacer para que en una Copa del Rey podamos llevar a la gente? ¿cómo podemos llegar al pueblo? La vela es cara para el que paga. La mayoría de los barcos necesitan gente para navegar.
P ¿Por qué no se quita el sambenito de deporte elitista?
R No es de los más baratos, pero hay otros mucho más caros. Lo que es la vela de crucero, paga uno y los demás están todos gratis. El barco necesita gente. Hay un desconocimiento generalizado sobre el mar. Yo he quedado campeón del mundo porque no soy una persona elitista. Si lo vives desde niño, de la base, de la humildad, el mar te enseña un montón de trucos para la vida, te hace listo, superviviente.
P ¿Le ilusiona la Copa del Rey?
R La Copa del Rey no era una prioridad para mí, sino para los profesionales que venían conmigo. Pero como la perdimos el año pasado como la perdimos (por dos puntos): se nos cayó un spi al agua, nos denunciaron por tirar basura al mar y, al día siguiente, nos pitaron un fuera línea que no estábamos ni de coña... cambió mi mente. Me fastidiaron y me dije: ´Voy a ganar la Copa del Rey´. Y es una prioridad. Nuestro proyecto empezó como amateur, empezó a crecer y quizá estemos en un final de ciclo. Hay demasiada ambición de objetivos para lo que hay detrás. Si no me reinvento y vuelvo a crear ilusión en mi gente, vamos hacia atrás.
P ¿Cómo ha evolucionado todo hasta ser campeón del mundo?
R Tienes que tener un barco que vaya, las velas han de ser buenas y el equipo ha tenido la base valenciana con determinados refuerzos profesionales.
P ¿Cómo se sustenta económicamente en el alto nivel?
R Me alegro de que no estén las grandes esponsorizaciones. Que estén para los niños, pero no para un proyecto institucional de 2,5 millones de euros para un solo barco. A mí no me ha dado un duro nadie y eso me enorgullece. He sobrevivido a expensas de ser listo y de gestionar bien. Si hubiera dinero, para los niños y no para el barco de un tío rico que gane la Copa del Rey, que no vaya a alguien por ser el amigo de..., que es como ha funcionado España en épocas anteriores.
P Su hija empieza en optimist y está en los puestos de arriba. ¿Será usted un referente?
R Sería malo para ella. El primer año que se apuntó no le hacía ni caso, el segundo empezó a perder y se cabreaba y ahora quiere ganar. Pero sin presión. El optimist puede hacer nacer la pasión por navegar.
P ¿Qué le ha dado y qué le ha quitado la vela?
R No me ha quitado nada, porque podría decir que tiempo con mi familia, pero lo he tenido en el mar. Es el único sitio en el que no pienso en la medicina. Me da libertad y me despeja la mente. Y siempre me ha gustado ganar. También me gusta mucho pescar. Salir al mar me ha aportado muchas cosas positivas.
P ¿Qué le gustaría hacer el año que viene?
R El circuito europeo entero: Mónaco, Porto Cervo y Mallorca.
