El rey frente al príncipe. El número uno del mundo contra el joven talento del tenis europeo. La pasión española contra la contundencia germana. Nadal y Zverev, frente a frente en la plaza de toros de València para decidir el cuarto, quién sabe si el último, punto de la eliminatoria entre España y Alemania. El gran partido de unos emocionantes cuartos de final de la Copa Davis, con el preciado billete para las semifinales en el aire.

Después de la derrota de ayer en los dobles, toda la presión es para Nadal, de vuelta a las pistas tres meses después de su lesión en el Open de Australia y con la corona del número uno del ranking todavía reluciente. En su mano está igualar la serie a dos y forzar el quinto y definitivo encuentro en la plaza. Para ello ha de conseguir su segunda victoria. El de Manacor venció el viernes a un batallador Kohlschreiber en tres sets (6-2, 6-2 y 6-3) en un duelo más disputado de lo que refleja el marcador. De hecho, Nadal aseguró después del enfrentamiento que las sensaciones habían sido peores que las de los entrenamientos. Es la única duda respecto al balear, el nivel al que podrá rendir después de tanto tiempo sin competir frente a un rival de la talla de Zverev.

El germano, por el contrario, se encargó de demostrar ante David Ferrer (4-6, 2-6 y 2-6) haber sido capaz de reponerse del desgaste de Miami, donde fue finalista hace una semana, y, sobre todo, adaptarse a contrarreloj a las características de la tierra batida del coso valenciano tras la temporada de pista rápida.

El gigante teutón (1,98 m.), a punto de cumplir los 21 años, es una de las mayores y esperanzadoras promesas del tenis alemán desde la irrupción de Boris Becker, quien hoy le apoyará desde el banquillo.

No lo hará Juan Carlos Ferrero. El de Ontinyent, campeón de la Davis con España, fue el entrenador de Zverev hasta hace unos meses, cuando el tenista decidió prescindir de sus servicios al considerarlo demasiado exigente. El extenista valenciano verá a su expupilo desde la grada, aunque tuvo la oportunidad de haber sido nombrado capitán español esta temporada.

Con todo ello, y pese a la igualdad que puede desprenderse de las sensaciones de esta eliminatoria de la Davis, los antecedentes y las estadísticas juegan en favor de Nadal, de 31 años. El número uno del equipo español ha sido capaz de derrotar a Zverev en los tres partidos en los que se han cruzado. Uno de ellos, el último, sobre la tierra batida de Montecarlo hace un año. El de Manacor doblegó al alemán por un rotundo 6-1 y 6-1 sobre la arcilla en los dieciseisavos de final.

Antes de esta victoria, Nadal logró vencer a la joven perla de Hamburgo en el Open de Australia de la temporada pasada. En esta ocasión fue un encuentro más disputado, que se alargó hasta los cinco sets (4-6, 6-3, 6-7(5), 6-3 y 6-2), pero que acabó cayendo del lado de un inspirado Nadal.

El anterior duelo entre los dos rivales de hoy fue en Indian Wells, de nuevo con victoria para el español en tres sets (6-7 (8), 6-0 y 7-5).

No obstante, los números en Copa Davis son todavía más favorecedores para Nadal, que con su victoria el viernes ha logrado batir el récord de triunfos consecutivos en el torneo hasta alcanzar la cifra de 23. Hoy aspira al número 24. Sólo tiene una derrota en su currículum. Zverev, en cambio, apenas acumula cuatro victorias y dos derrotas en su expediente en la Davis.

Nadal y Zverev, además, encarnarán hoy en la plaza de toros un duelo entre el gran dominador, junto a Federer, de los Grand Slam, y uno de los aspirantes a plantear el relevo generacional. El tenista español es el segundo con más Grand Slam, con un total de 16 (diez Roland Garros).

No tiene ninguno Zverev, que consiguió su primer Masters 1.000 el año pasado en Roma. Un título que le permitió acceder al top 10 con 20 años recién cumplidos.

Ahora, con las raquetas en todo lo alto, el rey se ve la caras con el príncipe en València.