El Castellón regresó en junio a Segunda B tras siete temporadas en Tercera, pero ha aterrizado en la nueva categoría de la peor manera posible. Transcurridas once jornadas y tras cambiar la plantilla casi en su totalidad el pasado verano, es colista de Segunda División B por primera vez en su historia. La derrota del pasado domingo ante el Lleida Esportiu puso al equipo de la capital de la Plana como el último del grupo. Una situación crítica que daña y mucho la vista de los aficionados a los que les vendieron algo completamente diferente a lo de hoy, como era ascender a Segunda A.

Cabe recordar que después de once jornadas de Liga solo ha sido capaz de sumar ocho empates y encajar tres derrotas (Ontinyent, Badalona y Lleida). En la cuarta jornada cambió de entrenador, y David Gutiérrez relevó a Sergi Escobar. Pese a ello, el casillero de triunfos está aún por estrenar.