«El año pasado dormí 130 días de 365 en un avión. Soy como un viajante antiguo», confesó ayer Javier Tebas, presidente de la Liga, en una charla en el Club de Encuentro Manuel Broseta de València repleta de datos. «El fútbol español es la industria que más divisas netas trae a este país», aseguró, y cifró entre 350 y 400 los millones netos que los 40 clubes de fútbol de la Liga aportan al Estado español. Según sus cuentas, la Liga ingresa 1.000 de euros por temporada por ingresos televisivos en 240 países. El gasto del satélite es de 30 millones. Los jugadores se llevan el 70% de los ingresos y de sus beneficios pagan en impuestos unos 400 millones.

De ahí la preocupación de Tebas respecto a la subida de impuestos a las grandes rentas que están negociando el PSOE y Podemos. El mayor crecimiento llegará del extranjero, donde manda la Premier (1.500 millones anuales) por su dominio del mercado asiático. La Liga tiene más influencia en el mercado latino. «La estrategia es crecer en los mercados internacionales. En China nos pagan 100 millones, lo mismo que en EE UU. En Angola, 5, en Tanzana, 9, en Albania, 4... El 45% de los ingresos por televisión ya se generan fuera de España (un 14% del presupuesto del Valencia CF y un 30 del Levante UD, por ejemplo». Eso supone tener que adaptarse a las criticadas bandas horarias de los partidos, dijo Tebas. «Si tienes 10 buenas películas, eres tonto si las pones todas a la misma hora».

Desde que en mayo de 2015 se aplicara la venta centralizada de los derechos televisivos del fútbol español, los ingresos han revertido exponencialmente en los clubes. Este capítulo representa el 89% del presupuesto del Levante, el 69% del Villarreal y el 42% del Valencia.

Eso no menoscaba la asistencia a los estadios, que ha subido un 8,5% en lo que va de campaña, según datos de la Liga. «Nuestras 40 empresas (los clubes) proporcionan el 1% del PIB español y generamos 100.00 puestos de trabajo», sacó pecho el presidente de la Liga, que debe al Estado «escasos 70 millones». Los clubes que no cumplen las normas financieras, como el Elche, son descendidos.

«No nos pagan las televisiones, nos pagan los aficionados, los cuatro millones de aficionados en todo el mundo que compran nuestro producto», insistió Tebas, que habló de los nuevos competidores de la Liga como industria del entretenimiento: Netflix, HBO, pero también la UEFA con la Champions y al Liga Europa. «Esto debe ser regulado, porque la UEFA puede ser un competidor desleal en los derechos de televisión», añadió el dirigente de la Liga, que cuenta ya con 540 empleados. Entre ellos, 50 directores de partidos, encargados de que lo que se ve por televisión sea un buen producto; 22 hackers que luchan contra la piratería («el 50% de los bares emiten partidos piratas»), 35 especialistas en estrategia digital (la Liga usa 18 idiomas, entre ellos el suajili), 6 matemáticos encargados de una profusa base de datos... La Liga tiene ocho oficinas internacionales y 44 delegados en 44 países para vender el producto.

Son los estudiosos de los algoritmos de las audiencias. Todos enfocados en la carrera por el crecimiento internacional.