La expedición «taronja» llegó feliz a València tras la victoria conseguida en Belgrado. El buen momento del equipo tenía un difícil examen en una de las pistas más complejas de la Eurocup y se solventó con las dificultades esperadas pero con la solvencia y el aplomo de los últimos encuentros. Esa victoria además provocó la clasificación definitiva hacia los cuartos de final de la Eurocup y que era el gran premio que remarcó Jaume Ponsarnau antes de viajar a Serbia. Este nuevo objetivo alcanzado supone que la hoja de ruta del club sigue su camino en una línea recta y que no arroja las curvas y dudas que dejó entrever en los primeros meses de esta campaña cuando un mal arranque puso en duda el proyecto.
El Valencia Basket se ha mostrado en la Eurocup prácticamente implacable para los rivales. Los «taronja» han conseguido doce victorias en catorce partidos. Tan solo el Zenit y el Villeurbanne frenaron a los de Ponsarnau a domicilio aunque pese a ello no evitaron que el liderato del grupo se quedara en la Fonteta. En el Top 16 el pleno se mantiene con dos jornadas por disputar.
El Unicaja la próxima semana y el Limoges en la siguiente serán siguientes escollos ante los que el Valencia Basket tiene de nuevo en su mano ratificar su pase a los cuartos de final de la competición como primero de grupo, factor que puede ser determinante en las rondas que guían hasta la final.
En la Liga Endesa, el Valencia Basket ha conseguido ganar siete de los últimos ocho duelos. El Joventut fue el único obstáculo insalvable. Esta línea de resultados es la mejor del campeonato doméstico junto a la del Barcelona.
