La final deseada no pudo ser. Roberto Bautista y Rafa Nadal no podrán luchar mañana por el título de Wimbledon al caer en dos encuentro de nivel frente a Novak Djokovic y Roger Federer. El valenciano, que buscaba hacer historia y convertirse en el tercer español que se clasificaba para una final en el All England Club tras Manolo Santana (1966) y el propio Nadal (2006, 2007, 2008, 2010 y 2011), plantó cara durante gran parte del encuentro, pero acabó cediendo por 6-2, 4-6, 6-3 y 6-2 ante el empuje que el actual defensor del título ofreció en los últimos dos sets.

Bautista llegaba pletórico a la cita. El desarrollo de un excelso tenis en las rondas anteriores y su primera entrada en las semifinales de un Grand Slam así lo acreditaban. Además, Djokovic había perdido dos veces este año con el tenista valenciano, en las semifinales de Doha -donde el de Benlloch acabaría ganando el título- y en la tercera ronda del Masters 1.000 de Miami. No obstante, las dos horas y 49 minutos que ambos estuvieron en su primer enfrentamiento sobre hierba fueron diferentes.

Así, Djokovic salió muy seguro en el primer set, y con dos roturas, en el segundo y octavo juego, se hizo con esta manga en 37 minutos, aprovechándose en parte del nerviosismo inicial de Bautista. Pero el español, con sus seis mejores amigos en la pista, tras suspender su despedida de soltero, se rehizo en el segundo, demostrando que no se iba a rendir fácilmente.

Con mayor seguridad, conseguía romper en el tercer juego, y hacerse con ese parcial, sin ceder un solo punto de rotura. Djokovic se vio obligado en ese momento a abandonar el fondo de la pista y jugárselo todo en la red, donde conectó buenas voleas, pero donde prevaleció la regularidad de Bautista, que igualó el encuentro.

Pese a que el rostro de Djokovic comenzaba a mostrar signos de desesperación ante las devoluciones de Bautista, el tenista balcánico acertó a romper en el sexto juego (4-2) del tercer set, un mazazo que acabaría marcando el tramo final del encuentro. La lucha era por la estabilidad, y en el séptimo llegaron a disputar un punto con 45 golpes, como si la hierba de Wimbledon se hubiera transformado en la tierra de Roland Garros. Djokovic mantuvo su servicio y se apuntó el tercer set en 43 minutos.

Era cuestión de mantener la calma, y el servicio, y en el cuarto parcial Djokovic usaba todas sus armas para desbaratar la serenidad y el saque del español, surtiendo efecto con dos roturas más en el tercer y quinto juego para poner el 5-1 en el marcador y encarrilar una eliminatoria que se acabaría dos juegos después. Bautista caía, pero se lleva de Londres el ascenso hasta el puesto 13 de la ATP.

Nuevo duelo de élite

El rival del serbio iba a salir del duelo entre los duelos: Nadal contra Federer, un encuentro que esta vez caería del lado del helvético en cuatro sets (7-6 (3), 1-6, 6-3, 6-4).

En un primer parcial que se definió por detalles en el tie-break, Federer impuso su ley y se aprovechó del menor acierto del tenista balear cuando más se necesitada, ya que Nadal perdía su saque en el decisivo juego hasta en cuatro ocasiones. El partido podría haberse complicado todavía más para el doce veces ganador de Roland Garros de no haber defendido con éxito los dos puntos de rotura que el suizo dispuso en el segundo juego del siguiente set.

Pero el de Manacor salvó esa peligrosa situación, y a renglón seguido, después de casi 68 minutos de partido, logró las primeras oportunidades para romper el hasta ese momento inaccesible servicio del de Basilea. Confirmado el robo, Nadal se fue fácil después hasta el 4-1, y más animado y controlando el saque de Roger, lo volvió a robar (5-1) para cerrar el parcial con el suyo en 36 minutos.

Federer comía barritas energéticas, cuando parecía que el desgaste del partido podría ir en su contra. Pero el suizo tenía fuerzas suficientes para que en el cuarto juego de tercer parcial se hiciera por primera vez con el servicio de Nadal y pusiera el 3-1. Luego deshacía cinco ocasiones del español, y cerraba la manga con su saque.

Sería un nuevo despiste de Nadal, esta vez en el tercer juego del cuarto parcial, el que colocó a Federer con ventaja de 2-1, pero el duelo alcanzó su mayor éxtasis en los dos últimos juegos, cuando Nadal salvó dos bolas de partido con su servicio en el noveno, y luego otras dos más con el de Federer, en el siguiente, aunque al final el suizo se acabó imponiendo sobre la hierba de Wimbledon.

Federer, que logró ayer vengarse de la derrota sufrida hace seis semanas en la misma ronda de Roland Garros por Nadal, se verá ahora las caras con Djokovic en otro auténtico duelo de titanes.