Los circuitos ATP y WTA arrancan esta semana con la disputa del Masters 1.000 de Cincinnati y el primer Gran Slam del año, el US Open. Dos citas que no se perderá el mejor tenista valenciano del momento, Roberto Bautista, después de llegar este lunes a Nueva York para tener tiempo de cumplir con todos los protocolos sanitarios antes del torneo.

De hecho, ayer mismo le dieron los resultados del test Covid-19 y dio negativo, por lo que podrá sumarse al también valenciano Pedro Martínez Portero en el cuadro de cincinnati, aunque el de Alzira deberá disputar antes la fase previa.

Ambos han preferido preparar allí el primer Grand Slam tras el parón del circuito, en contra de la decisión de un Pablo Andújar que sí viajará a Nueva York para disputar el US Open, pero que ha preferido no competir antes en el torneo de Cincinnati al tener que jugar también la fase previa, que le podría cargar de muchos partidos antes del Grand Slam.

Su decisión ha sido también compartida por gran parte de los tenistas españoles, al margen de un Rafa Nadal que decidió no jugar en la gira americana por la crisis del coronavirus y para poder centrarse más en la gira de tierra, con el gran objetivo fijado en Roland Garros.

Así, Feliciano López ha retrasado también su viaje a Nueva York y lo hará una vez pasado ya el torneo de Cincinnati, mientras Fernando Verdasco, Albert Ramos y Roberto Carballés han renunciado también a la primera cita de la gira americana, al igual que Muguruza y Carla Suárez en el cuadro femenino.

Bautista, que ganó en julio la Copa del Rey en una final ante Álex de Miñaur, realizó ayer por la tarde su primer entrenamiento en la burbuja de Nueva York, donde podría estar hasta el 13 se septiembre en el mejor de los casos, si lograra llegar hasta la final del Grand Slam.

Y es que la delicada situación sanitaria mundial y especialmente en EEUU han hecho que la organización haya preparado una burbuja al estilo de la de la NBA en Orlando. Una incertidumbre que ha llevado a algunas grandes estrellas del circuito a renunciar al US Open para retrasar su vuelta a las pistas y evitar los riegos sanitarios del momento en un país en el que se siguen multiplicando los casos de coronavirus desde hace meses.