El plazo de fichajes entra en su recta final y el Levante no sólo está pendiente de las salidas sino, como insistió Paco López tras el triunfo en El Sadar, también en «aprovechar cualquier posibilidad de mejora». El principal objetivo de aquí al 5 de octubre es hacer hueco en el fair-play y apuntalar la plantilla con un delantero. Una operación complicada teniendo en cuenta la realidad del mercado y que, en el mejor de los casos, el presupuesto granota difícilmente llegará al millón de euros. Eso contando con la rescisión de Luna y principalmente las cesiones de Sergio León y Hernani, los futbolistas con más opciones de cambiar de aires. Son los que más cerca están de salir.

Para Sergio León se ha abierto la opción del Alavés, a donde podría llegar a préstamo y coincidir con un exgranota como Deyverson. El cordobés, también con alternativas en Segunda, era una opción para el Elche, pero los vitorianos están mejor colocados. Por su parte, Hernani ha declinado opciones del extranjero y su voluntad es jugar en Primera. Sin embargo, la opción del Espanyol ha ido ganando enteros con el paso de los días. En ambos casos, pese a entrar en la lista, el mensaje del entrenador es diáfano. Sergio gastó su última bala en Mestalla y Hernani está fuera de la rotación.

Con el hueco que dejen estos futbolistas más Fran Manzanara y las posibles cesiones de Dani Cárdenas o Pablo Martínez, si bien en este caso su ficha es del filial, el objetivo es lanzarse a por un delantero. El club no ha dejado de estar pendiente en todo el verano de Borja Mayoral a pesar de que su fichaje se presumía desde el principio tan difícil como imposible en determinados momentos, sobre todo cuando estuvo a un paso de la Lazio. El delantero, que entre otros protagonizó un devaneo con el Valencia, se mantiene a las órdenes de Zidane y de hecho jugó contra el Betis. Sin embargo, su futuro inmediato está en la Roma.

Para los granotas, sin opciones de desembolsar las cantidades fijadas para su traspaso, la única opción de repescarlo pasaba por la que habría sido su tercera cesión. Desde hace unos días existía un principio de acuerdo entre el jugador y la Roma, resultado de las gestiones en las últimas horas de su representante, Alejandro Camaño, junto al italiano David Lippi, hijo del exseleccionador. Las condiciones pasan por la renovación una temporada más en el Bernabéu, hasta 2022, y una cesión de un año a cambio de un millón.

La opción de compra queda fijada en 13. En otras negociaciones la aspiración del Madrid era traspasarlo reservándose un porcentaje, al estilo de De Frutos y Dani Gómez, de los que conserva el 50 por ciento.