El gerundense Albert Arenas se proclamó ayer campeón del mundo de Moto3 en el GP de Portugal, en una carrera de infarto en la que Tony Arbolino logró el subcampeonato tras una gran remontada desde la última fila de la parrilla hasta la quinta posición, empatado a puntos con Ai Ogura, que acabó octavo, y con Arenas duodécimo. Suficiente para sacar cuatro puntos a ambos y ser el mejor con tres victorias y cinco podios este año. El catalán es el primer campeón del mundo del equipo alcireño en Moto3, categoría que sustituyó en 2012 a las 125 cc, en la que el Aspar Team se coronó en cuatro ocasiones, la última en 2011 con el valenciano Nico Terol, que un año antes fue subcampeón por detrás de Marc Márquez. Álvaro Bautista en 2006, Gabor Talmacsi en 2007 con Héctor Faubel como subcampeón, y Julián Simón en 2009 lo hicieron antes para el equipo de Jorge Martínez ‘Aspar’, todo nervios en el garaje durante toda la carrera.

El éxito se amplió luego en Moto2 cuando Arón Canet, que salía decimoquinto, finalizó una carrera en la que se cayó su gran rival por ser el ‘rookie del año’ (debutante del año), el también valenciano Héctor Garzó, que había partido undécimo en parrilla, a falta de 18 vueltas, poco después de que Jorge Navarro también se cayera. Canet acababa de hacer uno de los dos ‘long-lap’ con los que fue penalizado por adelantarse en la salida, y acabó la carrera decimoquinto, sumando un punto más, 67, por los 63 con los que acabó Garzó. El de Corbera es el primer «rookie del año» de Moto2 para el motociclismo valenciano, y el tercero de la última década tras haberlo logrado anteriormente en Moto3 Jorge Navarro (2015) y Jaume Masià (2018).