Un Valencia sin fichajes, devaluado por un club en crisis pero con un amor propio que mueve montañas examina esta tarde al Atlético de Madrid, invicto en Liga, pero carente de pólvora por la ausencia de sus dos ‘nueves’, el uruguayo Luis Suárez y Diego Costa. Un clásico de LaLiga que presenta a dos entidades más separadas que nunca en cuanto a su fortaleza deportiva y financiera, pero con un partido que siempre se presenta apasionante. La principal atracción será el regreso a Mestalla, como rojiblanco, de Geoffrey Kondogbia, el último de la larga lista de jugadores traspasados entre el verano y el otoño por Peter Lim.

Un duelo que debía enfrentar a dos equipos que fueran una sólida alternativa al título pero en el que el club de Mestalla, tras años trabajando para llegar, parece haberse autodescartado de ese papel mientras el Atlético -que lleva seis años sin perder en Mestalla, donde acumula dos victorias y tres igualadas- está firmemente encaramado a la lucha por el liderato, invicto y a tres puntos del líder, la Real Sociedad, con dos partidos menos.

La mecha del partido la enciende el retorno del centrocampista Geoffrey Kondogbia, que fichó por el Atlético hace unas semanas tras una polémica salida en la que acusó al presidente valencianista, Anil Murthy, de «destruir un proyecto ambicioso» y «engañar» al entrenador. Tiene opciones de ser titular en el once rojiblanco.

El Valencia, pese a haber renunciado a pelear con los mejores y sin que esté claro cuál es su objetivo en la temporada más allá de asegurar la salvación, llega a esta cita en un buen momento tras haber enlazado tres partidos seguidos sin perder (dos empates y un triunfo) que le han asentado a mitad clasificación.

Los dos últimos partidos, la victoria por 4-1 ante el Real Madrid en Mestalla y el 2-2 del pasado domingo en Mendizorroza ante el Alavés, han vuelto a poner en evidencia los problemas que tiene el equipo para iniciar los duelos. De diez partidos disputados hasta el momento, en siete ha recibido un tanto en los primeros 25 minutos. Pero ese empate en Vitoria dejó en cualquier caso un regusto dulce en el Valencia, que remontó el 2-0 inicial y además de igualar el marcador tuvo varias oportunidades en el descuento que le dio la opción de culminar la remontada.

El punto que se llevó el equipo de Javi Gracia tuvo un alto precio que empezará a pagar este sábado, que será el primer encuentro en el que no pueda contar con el lesionado José Luis Gayà. La ausencia del capitán dejará un hueco en la banda izquierda que deberá tratar de cubrir el también canterano Toni Lato.

Esas dos ausencias, que se unirán a las ya esperadas de Mouctar Diakhaby y de Jasper Cillessen, obligarán a Gracia a reformar por completo la banda izquierda. Esos cambios, el buen papel de Manu Vallejo en la segunda parte en Vitoria y la vuelta de Maxi Gómez marcarán las pocas novedades que se esperan en el once.

Por su parte, el conjunto madrileño, que tras la decepción del empate sin goles contra el Lokomotiv de Moscú ruso que le obligará a pelear hasta la última jornada por el pase a los octavos de la Liga de Campeones, retorna al refugio que se ha convertido LaLiga, competición en la que está mostrando su mejor cara y viene de imponerse al Barcelona en Liga por primera vez en una década.