El Huesca y el Villarreal empataron El Alcoraz logrando un punto que no satisfizo a ninguno de los dos ya que a los propietarios del terreno les ahoga un poco más en el fondo de la clasificación y a los castellonenses les priva de la posibilidad de dejar a tiro el segundo puesto.

Ni el recurso de la llegada del nuevo entrenador, José Rojo «Pacheta», está sirviendo para enderezar el rumbo de los azulgranas ya que, tras debutar con derrota en el campo del Getafe, en su primer partido en casa con el técnico burgalés tampoco han sido capaces de sumar tres puntos que en su situación de colistas es lo único que les vale.

La estadística decía que Huesca y Villarreal son los reyes del empate en Primera y el enfrentamiento en terreno aragonés lo ha confirmado ya que ambos firmaron sus décimas tablas de la campaña. El Huesca volvió a ser incapaz de superar a un enemigo, algo que solo ha logrado una vez esta temporada, y sumar de uno en uno le sirve de poco en su situación. Al contrario, la agrava, y no solo desde el punto de vista cuantitativo sino también desde el punto de vista moral.

El Villarreal, a pesar de que sumar fuera de casa siempre es positivo, tampoco se marchó satisfecho de terreno altoaragonés porque un punto para el cuarto clasificado contra el colista se antoja corto y más después de enlazar dos jornadas consecutivas empatando, lo que le priva de la posibilidad de seguir inquietando al Real Madrid, segundo.

Alvaro Fernández y Sergio Asenjo fueron meros espectadores en unos primeros 45 minutos en los que se pensó más en evitar errores que en buscar decididamente la meta rival. El inicio del segundo periodo fue más movido, con sendas ocasiones para los dos equipos. Este efervescente inicio dejó paso a un querer y no poder de ambos hasta el final que antepusieron el orden defensivo y no arriesgarse a encajar.