A base de triples y mayor continuidad en su juego, el Lenovo Tenerife logró este jueves el primer billete para las semifinales de la Copa del Rey de Madrid, confirmando su gran temporada y acabando de paso con el sueño de un debutante en el torneo como el Hereda San Pablo Burgos, que, aunque lo intentó, fue incapaz de responder al juego coral de un rocoso equipo canario (87-76).

La gran actuación del finlandés Sasu Salin en una primera parte para enmarcar, en la que anotó 18 puntos y cinco de los diez triples de su equipo en esos primeros veinte minutos -en los que solo fallaron tres lanzamientos exteriores (76%)- empezó a encarrilar antes de lo previsto la primera eliminatoria de cuartos (25-17, min 10).

El dominio en el rebote permició llegar a los canarios al descanso con un cómodo colchón, aunque sin tenerlas todas consigo conscientes de la ambición sin límites de su oponente (51-42, min 20). Y así fue durante unos minutos. Los burgaleses volvieron a la pista con ganas de alargar su presencia en la Copa y, a base de fe y de mayor agresividad en defensa, se situaron dos abajo y empezaron a soñar con la remontada.

Pero ahí acabaron sus esperanzas porque la reacción del Lenovo Tenerife fue inmediata y, a la postre, definitiva. Un parcial de 14-0 terminó con la rebelión del equipo burgalés, que estuvo más de seis minutos sin anotar y se quedó ya sin opciones de remontar hacia las semifinales.