El Barcelona, que podría haberse situado a seis puntos de líder, el Atlético de Madrid, se dejó empatar en el ultimo instante por el Cádiz con un gol de penalti de Álex Fernández en el minuto 89, y regaló un pedacito más de LaLiga Santander.

El conjunto que dirige Álvaro Cervera, bien ordenado atrás, con una línea de cuatro y otra de cinco jugadores, y Negredo como único referente ofensivo, se presentó en el Camp Nou dispuesto a contener a la escuadra local y a esperar su oportunidad a la contra. Pero solo se acercó una vez a Ter Stegen en todo el primer tiempo: en una internada de Salvi por la derecha que acabó con un remate defectuoso con el muslo de Rubén Sobrino en boca de gol.

La ocasión visitante llegó justo después del tanto de penalti de Messi en el minuto 32, el único que subió al marcador en el primer acto. Porque, antes del descanso, el árbitro anuló otros dos por fuera de juego a De Jong y Pedri.

El Barça seguía ganando por la mínima y creando una ocasión tras otra. Riqui Puig, recién ingresado en el campo, también se animaba a poner a prueba a Ledesma, pero su disparo salía rozando el palo. Pero aún faltaba el regalo de cada partido del conjunto catalán. Esta vez, fue un inocente penalti de Lenglet sobre Sobrino al intentar despejar un balón dentro del área. Álex Fernández, al filo del tiempo reglamentario, engañó a Ter Stegen, y el Barcelona, que encadenaba siete victorias en LaLiga, culminaba una semana para olvidar. El título, que se había puesto de nuevo a tiro, vuelve a estar un poco más lejos.