Diez años han pasado ya, una década entera, desde el último título mundial de un piloto de la Comunitat Valenciana, el postrero de 125 cc que conquistó Nico Terol en 2011. Una nueva generación, formada por siete pilotos, repiten este año en las tres categorías del campeonato del mundo, con más experiencia, más carreras y más podios y, no menos importante, con continuidad en sus equipos o, en el caso de los dos que han cambiado de colores, con un salto adelante hacia escuderías campeonas del mundo. Y por lo visto en la pretemporada, más reducida que nunca debido a la pandemia, motivos hay para volver a soñar. Apenas tres días le bastaron a Jaume Masià para liderar los tests de Moto3 en Losail en su estreno con el Red Bull KTM Ajo, seguido a tres décimas de su compañero de equipo el murciano y expiloto Cuna Pedro Acosta. Sus dos victorias, unido a otro podio el año pasado, siempre peleando por los lugares de honor y hasta la penúltima carrera incluso por el título, sitúan al de Algemesí como claro candidato a suceder a su mentor, Nico Terol, con quien entrenaba en sus inicios.

«Los objetivos para la temporada 2021 son ser constantes en todas las carreras, terminar dentro del Top-5 siempre que sea posible y no cometer errores para tener opciones al título al final del año», dice.

Junto a él, en Moto3, correrán Carlos Tatay, en su segundo año con el Avintia Sponsorama, con el que espera dar un paso adelante para luchar por los puntos, y Sergio García Dols, que tras la marcha del Estrella Galicia 0,0 del Mundial (el equipo sigue en el FIM CEV) ha encontrado acomodo en el Aspar Team junto al campeón del mundo júnior de Moto3 Izan Guevara, y con una nueva mecánica GASGAS con la que aspirar a todo.

En la categoría intermedia siguen los tres valencianos que compitieron en 2020, entre ellos Arón Canet y Héctor Garzó, que protagonizaron un bello duelo hasta el final por el ‘Rookie del Año’ que se llevó el de Corbera, a pesar de no sumar un solo podio, algo que sí que hizo el de Paterna, logrando así la renovación con el equipo de Pons. Arón Canet ha sido el más regular en los tres días de entrenamientos oficiales en Losail. Segundo los dos primeros días, al tercero se vio relegado a la décima posición tras una caída. El de Corbera fue la revelación en 2020, y hasta mediado el campeonato tuvo opciones de pelear por el título. Esta temporada está llamado a dar un significativo paso adelante con el Aspar Team, máxime cuando su nombre ya empezó a sonar para el futuro en la categoría reina. «Somos conscientes de que tenemos muy buen ritmo. El objetivo siempre tiene que ser ganar, pero es algo complicado», asegura Canet. Compartirá parrilla con Canet y Garzó el más veterano de los siete en el Mundial, Jorge Navarro, que tras un gran 2019 en el que sumó hasta ocho podios, no tuvo la esperada evolución en un 2020 en el que aspiraba a su primera victoria en Moto2. En los tests de Losail acabó fuera de los puntos por poco, si bien el segundo día logró situarse con el tercer mejor tiempo.