Ganar un título o una competición es siempre especial para cualquier deportista, pero sobre todo cuando éste ha conocido los sinsabores y las piedras del camino que le han llevado hasta él. Es el caso de Leticia Romero, a la que apenas unos meses después de firmar por el Valencia Basket una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla le tuvo apartada de las pistas casi todo el curso pasado. «Recuerdo cuando estaba en medio de la recuperación, que hay días que parece que no avanzas y que piensas que das pasos atrás. Es muy difícil ver el final de eso, el volver a jugar y todo lo que viene detrás. Se te hace muy largo, muy pesado, y verlo desde este punto en el que estoy ahora, en el que estoy jugando, disfrutando, compartiendo todas estas experiencias con el equipo y ganando títulos te hace ver las dos partes, la de estar tan arriba y también la de estar tan abajo como estaba cuando la lesión», confiesa. Es por ello que haber conquistado la Eurocup Women hace que para ella merezca «la pena todo el esfuerzo que pones en construir eso. En mi caso el poder volver a jugar para poder vivir estas cosas».

Reconoce, en su caso, que esa lesión le ha hecho evolucionar de manera positiva. «A mí me ha cambiado de cara a conocer mi cuerpo, a entenderlo, a cuidarlo más porque al final estas nueve meses trabajando en recuperarte, en conocerte a ti misma y no es baloncesto. Nunca antes había podido trabajar sólo físicamente en una lesión tan larga. Te das cuenta de cuales son las mejores condiciones en las que tu cuerpo puede trabajar, como cuidarlo, como prevenir lesiones de ese tipo. Es super importante esta parte también en una jugadora de baloncesto que quiere tener muchos años de carrera, y esa forma de verlo no lo hubiera podido conseguir si no me hubiese pasado eso. Al final todo pasa por algo y de todo se puede coger algo», explicó la jugadora canaria, todavía en una nube tras lo sucedido en Hungría. «Casi no nos lo creemos todavía por como fue el partido. Pasamos de celebrar, a no celebrar, y a volver a celebrar otra vez. Estamos muy contentas, con ganas de seguir en lo que nos falta. Nos lo merecemos, hemos trabajado mucho», destaca sobre un título que abre también las vitrinas de la sección femenina del Valencia Basket y que «es el reflejo de lo rápido que ha crecido el club. Este primer título era importante tanto para nosotras como para el club. Lo estamos viviendo de esa forma, con mucha ilusión».

Y no es para menos tras una final épica en al que, nos cuenta, «tuve tres infartos seguidos». «Al final estás ahí ahí, queda una defensa, una posesión y todo el banquillo estábamos gritando, animando para podernos llevar la victoria. En el último segundo nos meten esa canasta y parece que el mundo se nos viene encima. Ya empiezas a pensar negativamente, pero en ese tiempo muerto dijimos ‘hay que creer, queda un segundo y todo puede pasar sacando de medio campo’». Y así es, pasó de todo y «lo pasé con muchos nervios porque al final esa acción termina en tiros libres, se vuelve a parar el partido y son momentos en los que no sabes dónde meterte. Lo vivimos muy intensamente». También la celebración posterior en el hotel, ya que «no teníamos muchas horas para dormir, y para dormir dos horas decidimos celebrarlo un poco».

Algo íntimo para el equipo «con juegos y mucha música» y que tuvo lugar «en una habitación de recreo que tenía el hotel». «Estuvimos allí en equipo, todas, y fue fenomenal porque en un año en el que no puedes salir mucho, relacionarte, incluso con las de tu equipo, tener ese momento que no habíamos tenido como equipo creo que nos hace mucho bien de cara a lo que nos queda. Fue un momento especial, en el que pudimos estar juntas celebrando un título y recargando un poco energías de cara a lo que nos queda y que afrontamos con mucha ilusión», detalló Romero, muy agradecida también por el recibimiento en València y todas las muestras de cariño de los aficionados.

«Para nosotras es muy importante que la afición se sienta orgullosa y que nos apoye de esa forma. Volver y que haya gente recibiéndote en el aeropuerto e incluso en L’Alqueria es un motivo más de alegría. A pesar de la situación la gente viene y está ahí mostrando su apoyo. Lo hemos recibido también desde Hungría, por redes sociales recibíamos muchísimo el apoyo y el cariño de la afición», destaca la jugadora taronja, para la que una vez pasadas ya las celebraciones «hay que pensar en los play-offs».