La selección española se marchó al descanso del amistoso de preparación frente a Irán con un solo punto de ventaja. A falta de medio minuto para el final del primer tiempo, Víctor Claver recibió los aplausos de los 3000 espectadores presentes en la Fonteta. El ala-pivot cogió un rebote en lo más alto con un salto colosal y forzó la falta del defensor iraní. Los dos tiros libres convertidos por Claver devolvieron una ventaja a España que el combativo equipo persa había puesto en duda, precisamente, en los últimos instantes antes del intermedio.
La Fonteta disfrutó viendo en acción a los de Sergio Scariolo, que presentó el mismo cinco inicial que comenzó la final del Mundial hace menos de dos años: Ricky, Rudy, Juancho, Claver y Marc Gasol. Conforme avanzaba el encuentro, la afición disfrutó también de las demás estrellas del equipo: Pau Gasol, Chacho Rodríguez, Sergi Llul, Abrines o el debutante Garuba. Curiosamente, el joven del Real Madrid sintió el cariño del público tras encadenar dos mates fallidos en el ecuador del segundo cuarto.
Enfrente, Irán, un rival peligroso que estará igualmente en la cita olímpica entre los días 24 de julio y 8 de agosto. Los asiáticos complicaron las cosas durante el segundo parcial, momento en que la intensidad debajo de los aros restaba todo el carácter amistoso al duelo. Haddadi, capitán iraní, llegó al descanso con tres faltas en su haber. El mismo número que acumuló en los locales el base Ricky Rubio. Pero antes de todo eso, España había arrancado la preparación para Tokio deseosa de abrir brecha. Un espectacular ‘alley oop’ de Willy amplió pronto a seis puntos la renta (11-5). Sin embargo, el ‘chicle’ no se estiró por culpa de unos pobres porcentajes de acierto en el tiro.
Más problemático aún fue el desarrollo del segundo periodo. Fueron los minutos en los que los iraníes mejor se encontraron e incomodaron en defensa a los actuales campeones del mundo, desacertados en el tiro. Pau Gasol, en cambio, demostró que a los 40 sigue estando en perfecto estado para ayudar al equipo en los Juegos.
Una marcha añadida
A la vuelta de los vestuarios, España subió de marcha a ambos lados de la pista, con marcas más pegajosas y con mayor movilidad de pelota. La afición valenciana volvió a ver en acción a un ex de VBC con el nivel de Alberto Abalde. Tanto el madridista como Brizuela propiciaron el despegue en el marcador. En poco más de tres minutos España se había escapado (47-38) forzando al técnico iraní a pedir tiempo muerto, consciente ya de lo que se venía encima de los suyos. Poco cambió, España continuó exhibiéndose y aclarando la victoria.
El tercer cuarto terminó con una renta definitiva de 19 puntos (65-46). En el cuarto acto la rotación aumentó garantizando el descanso de los puntales del equipo. Entraron López-Arostegui, Alocén, Sáiz y Sergi Martínez. El máximo anotador del duelo, Abalde, siguió marcando la diferencia desde el perímetro y, como Garuba, muestra sus credenciales para pasar el corte final formando parte de la selección en Tokio. Seis no irán a los JJ.
