La delegación española sumó 36 medallas en los Juegos Paralímpicos de Tokio. De ellas, 6 fueron logradas por deportistas de la Comunitat Valenciana y tienen además, el ‘sello’ del Proyecto FER. Por ello, la Fundación Trinidad Alfonso, impulsora del proyecto, reunió ayer a sus seis medallistas para rendirles un merecido homenaje.

El acto se celebraba en la sede de la Fundación y estuvo presidido por su director, Juan Miguel Gómez. Kim López, oro en lanzamiento de peso; Héctor Cabrera, plata en triatlón; Miriam Martínez, plata en lanzamiento de peso; Iván José Cano, plata en salto de longitud; Ricardo Ten, bronce en ciclismo en pista y Héctor Cabrera, bronce en lanzamiento de jabalina, lucieron orgullosos sus medallas, explicaron sus vivencias en Tokio y todos reconocieron que ya tienen en mente los Juegos Paralímpicos de París que se celebrarán en 2024 y en los que, los seis, esperan estar y repetir podio.

El director de la Fundación Trinidad Alfonso, Juan Miguel Gómez transmitió la enhorabuena a todos los medallistas y les animó a completar un nuevo ciclo olímpico hasta París. «Este tipo de alegrías da sentido a lo que hacemos en la Fundación». Héctor Catalá, subcampeón paralímpico de triatlón destacó que en su mente sólo está continuar compitiendo al máximo nivel: «No me canso de esto y ya pienso en lograr más cosas», afirma el valenciano que recientemente también conquistó el bronce en el Europeo de Valencia y ahora ya piensa en París, pero antes hay otras muchas citas como el Mundial el próximo mes de noviembre.

Kim López, que lograba su segundo título de campeón paralímpico de lanzamiento de peso, se ratifica en lo que dijo tras conquistar el oro, y ya apunta a los 18 metros: «sé que puedo hacerlo». Ricardo Ten, tras cinco Juegos Paralímpicos como nadador, debutaba en Tokio como ciclista con un bronce por equipos. El valenciano quiere más y tratará de llegar a París 2024: «Cada año que pasa es más complicado, pero por lo menos lo voy a intentar». Aunque no logró la medalla individual que buscaba, Ten da un gran valor al bronce por equipos: «Una medalla siempre es una gran alegría». La plata de Miriam Martínez en lanzamiento de peso tiene un valor añadido. La alicantina padece una enfermedad neurodegenerativa: «sufro brotes que no pueden preverse» y justo en Tokio sufrió un empeoramiento: «se me bloquearon las piernas y los brazos, pensaba que no podría competir.

También fruto de la superación es el bronce logrado por Héctor Cabrera«Ha sido el año más duro de mi vida. He luchado contra una lesión muy grave», destacó el atleta de Oliva que reconoció que un mes antes de Tokio: «estuve a punto de dejarlo todo». Mientras, Iván Cano igualó en Tokio su mejor salto (7,04) para lograr la plata. Ahora ya piensa: «en seguir mejorando e ir a por el oro en París».