En los prolegómenos de la batalla, la televisión mostró que el Valencia BC iba a vender muy cara su derrota, a pesar de las bajas. Tan cara que esta no se produjo. Antes de entrar en la pista, el capitán, Bojan Dubljevic, abrazó, uno a uno, a sus compañeros golpeándoles en el pecho.
Al estilo espartano, el conjunto ‘taronja’ rompió con todos los pronósticos imponiéndose en su propio feudo al Barça, la plantilla con más recursos del país y hasta ayer líder invicto de la Liga Endesa con una serie de nueve victorias y ninguna derrota. En el Palau Blaugrana se vivió la confirmación de que la remontada de Bolonia frente a la Virtus sí ha significado un punto de inflexión. Los valencianos extendieron su versión heroica autoconvenciéndose de que pueden derrocar a cualquiera gracias a una mentalidad reforzada en un contexto adverso de lesiones continuas desde el comienzo de la temporada.
Las miradas de concentración en el túnel se trasladaron rápidamente a la acción del juego. ‘Dubi’ se llevó el balón en el salto inicial y en poco más de un minuto el Valencia BC ganaba 0-5 merced a dos lanzamientos limpios de Pradilla, el primero un triple desde la esquina. Hasta que Nikola Mirotic entró en calor, el Barça apenas podía responder desde la línea de tiros libres. Curiosamente, el lugar donde peor lo pasó el Valencia BC, sobre todo, en la primera mitad con un pobre 57 % de acierto (8/14).
Joan Peñarroya supo hacer partícipes de la rotación a los canteranos desde el final del primer cuarto, instante en el que Rivero compartió cancha con Ferrando, Jiménez, Vila y Bressan.
La intensidad, la atención y las ayudas en defensa, combinadas con un juego coral que permitía encontrar con inteligencia opciones en ataque, mantuvo a los ‘taronja’ siempre en el partido, provocando pérdidas en el rival, desquiciándolo. De hecho, únicamente por una falta inexistente de Ferrando sobre Oriola, con técnica incluida a Peñarroya, el Barça pudo irse con ventaja al descanso (38-35).
En la segunda parte apareció lo que estaba faltando, los puntos de Dubljevic y Prepelic. Lanzamientos fantásticos de Puerto, López-Arostegui y el tirador esloveno remontaron una desventaja de siete puntos en un momento decisivo del partido (56-60, m. 28). Antes del acto final, Van Rossom cerraba un duelo de triples para empatar a 63.
El compromiso de todos los jugadores terminó por desactivar al Barcelona, que se encontró cerrados los caminos en ataque por un grupo solidario en cada ayuda. Los locales tiraron de la calidad de Laprovittola y Calathes desde los 6,75 m, pero la labor de equipo hizo que el que se despegara fuera el Valencia para llegar con una renta de +11 a falta de poco más de cinco minutos, tras dos triples de Dublejvic. (65-76, m. 34).
Un triple de Mirotic ya no sería suficiente para hacer peligrar otro triunfo épico de los de Peñarroya con solo siete fichas de la primera plantilla por las lesiones de Claver, Tobey, Dimitrijevic, Hermannsson y Labeyrie. El técnico alabó el trabajo de los jóvenes en un partido colosal de todos, aunque liderado por Jasiel Rivero (18 puntos), López-Arostegui (17), Dubljevic (17), Prepelic (11) y Puerto (10).
