Sergio Scariolo lo decía en la previa y el Valencia Basket se encargó de darle la razón demostrando por qué es el mejor equipo de la Eurocup. Y es que tras llegar al último cuarto de nuevo por debajo a 11 puntos de los italianos, los taronja fueron capaces de dar la vuelta al marcador como hicieron en el partido de la primera vuelta para acabar ganando a otro de los grandes favoritos al título, la potente Virtus Bolonia (83-77).

Peñarroya sorprendió de inicio con la entrada de Víctor Claver en el quinteto inicial después de más de cuatro meses lesionado. Y el de Maristas no tardó en demostrar que vuelve con confianza, anotando un triple a los tres minutos y dos tiros libres antes del ecuador del primer cuarto, cuando el técnico le dio descanso entre los aplausos de la afición y felicitaciones de los compañeros. Atrás quedaba el calvario de su lesión en el pie izquierdo.

El seleccionador se vio obligado a parar el partido con 17-8 tras un parcial de 11-2 y aunque dos canastas de Sampson y un triple de Tessitori redujeron diferencias, los taronja llegaron al final del primer cuarto 24-17.

Belinelli y Mannion recortaban distancias en la vuelta a la pista, pero dos triples y ocho puntos consecutivos de Prepelic volvieron a dar alas a los taronja y obligaron a Scariolo a pedir tiempo muerto. Y no le pudo salir mejor al técnico rival, ya que Cordinier y dos triples de Pajola y Weems devolvieron un parcial de 0-8 que obligaba a Peñarroya a parar también el partido. Con un intercambio de canastas y un triple final de Weems, se llegó al descanso con un ajustado 40-38.

El Valencia BC necesitaba mejorar sus porcentajes de tiro. Y más tras la salida en tromba de los italianos tras el descanso, con triples de Weems y Alibegovic y un gran Belinelli (44-51). Pese a la reacción local por medio de López-Arostegui y Dimitrijevic, los de Scariolo volvieron a escaparse aprovechando los nervios y las pérdidas de los locales.

Con 52-63 empezaba el último cuarto y ahí se vio la mejor versión taronja, liderados de nuevo por Prepelic y por un Van Rossom que anotó dos triples decisivos, aunque el partido se cerró desde la línea de tiros libres (83-77).