El Valencia BC quiere la cuarta plaza y ayer volvió a demostrarlo en un partido en el que, pese al cansancio por las ausencias y la carga de minutos por el maratón de partidos, fueron de menos a más para acabar ganando con comodidad (90-75)a un Unicaja que llegaba a València tras tres victorias en la ACB.

Sin Prepelic por lesión, Peñarroya volvió a apostar por Josep Puerto de ‘2’ en un quinteto junto a Hermannsson, Víctor Claver, Jaime Pradilla y Mike Tobey. El de Almussafes abrió el marcador e inició unos minutos de intercambio de canastas, hasta que el Unicaja logró un parcial de 0-8 para poner el 6-13 en el marcador.

El técnico taronja paraba el partido y la reacción local llegó con un inspirado Víctor Claver, con dos triples y ocho puntos casi seguidos que hicieron que la afición se levantara entre aplausos cuando el técnico le dio descanso. Los taronja sufrían para parar a Brizuela y a Barreiro y no pudieron evitar acabar el primer cuarto en desventaja (17-22).

Pero los locales no querían dejar los deberes para el final y un parcial de 8-0 con triples de López-Arostegui y Dubljevic permitieron a los locales dar la vuelta al marcador y obligar a Ibon Navarro a gastar un tiempo muerto.

El descanso daba oxígeno al Unicaja y de la mano de Alberto Díaz, Kravic y un gran Oliver con un mate y un triple seguidos, los visitantes volvieron a tomar el mando del partido (31-34). El Valencia Basket sacaba provecho de los tiros libres, Pradilla hacía daño en la pintura y Hermannsson lograba cerrar el segundo cuarto (41-40).

Los mejores minutos

La reanudación trajo los mejores minutos de los taronja, más intentos en defensa y aprovechando la inspiración de Hermannsson y Jasiel Rivero, que elevaron la ventaja hasta el 50-43. El Unicaja respondía desde la línea de tres con Abromaitis y Brizuela, pero apareció López-Arostegui para devolver la tranquilidad con cinco puntos consecutivos,(58-49).

Un triple de Guillem Ferrando y los tiros libres de López-Arostegui y Labeyrie bastaron para encarar el último cuarto con ocho puntos de ventaja, que pudieron ser más de no ser por un triple final de Bouteille, que puso el 65-58.

El francés, inédito hasta entonces, empezó a encontrar el acierto en el tiro y redujo diferencias con cuatro puntos en el inicio del último cuarto. Una reacción que contrarrestaron Pradilla, Hermannsson y Tobey para obligar a Ibon Navarro a parar el partido con 74-66.

Puerto, en otro gran encuentro suyo, aumentaba la diferencia en la vuelta a la pista, pero una posterior pérdida en el saque que acabó con canasta de Kravic llevó a Peñarroya a pedir otro tiempo muerto. Había que evitar errores tontos para no acabar sufriendo y un nuevo triple de Hermannsson podía ayudar a mantener la calma (79-68), aunque instantes después llegara otra canasta de Kravic.

Hermannsson, necesitaba descanso y La Fonteta le ‘acompañó’ entre aplausos en su camino al vestuario. Y no era para menos. Ferrando volvía a la pista y, al filo de acabarse la posesión, anotó su segundo triple para poner el 82-80, a poco más de tres minutos para el final. La afición reconocía también con aplausos su rendimiento en ausencia de los lesionados, aunque era Hermannsson el que volvía poco después a pista.

Por fin un final de partido tranquilo y más tras los tiros libres de Jasiel, López-Arostegui y un Dubljevic que anotó un triple para poner el 90-71. Con el partido ya ganado, Peñarroya repartió minutos y dio entrada a Millán Jiménez y Alejandro Bellver.