Andreu Blanes está de vuelta. Y de qué manera. Siete meses después de que el covid y la tercera dosis le tumbaran. Con ello se fue al traste su preparación y sus planes en una temporada que se esperaba plena de éxitos para el plusmarquista valenciano de medio maratón, aquel que acabó con el récord de Paquito Ribera 27 años después. El del Cárnicas Serrano finalizó ayer en segunda posición en la Sierre Zinal, una de las carreras de montaña más prestigiosas a nivel mundial, en los Alpes suizos, y que reunía a los grandes especialistas de la modalidad. En su 50 aniversario y sobre un recorrido de 31 km y 2.200 metros de desnivel, el de Onil daba la sorpresa al cruzar la línea de meta por detrás del ganador, el keniata Marc Kangogo, y por delante de sus compatriotas Patrick Kipngeno y Petro Mamu y de toda una leyenda del trailrunning, el ganador de las últimas ediciones de la prueba y gran favorito, el también español Kilian Jornet, quinto. Desde el pasado mes de febrero Andreu no había podido entrenar con normalidad al haber pasado el Covid y ponerse la tercera dosis a los pocos días, lo que le provocó una pérdida de rendimiento que le obligó a dejar de entrenar durante algunos meses y replantear sus objetivos de la temporada, que en principio estaban centrados en buscar una de las plazas para el europeo de atletismo en los 3.000 obstáculos.

Durante estos meses Blanes ha estado alejado de la competición y ha visitado a diferentes especialistas en busca de una solución o explicación ante su pérdida repentina de rendimiento. Bajando la intensidad y volumen de los entrenamientos ha ido encontrando la normalidad. La semana pasada reapareció en otra prueba de montaña también en Suiza, la Thyon Dixence, donde fue cuarto y comprobó que las buenas sensaciones habían vuelto.

Blanes se mostró ayer muy emocionado en meta y agradeció al apoyo recibido durante estos meses: «Ha sido increíble simplemente por estar en la línea de salida y sentirme de nuevo competitivo. Han sido unos meses muy duros pensando en sí podría volver a competir a alto nivel. Ha sido un alivio ver que mi cuerpo vuelve a funcionar y más a este nivel».

El alicantino ha ido de menos a más en la competición remontando desde la vigésima a la segunda plaza final. «Sabía que la última bajada me venía muy bien, si venía con fuerzas podría adelantar a cualquiera. El momento de adelantar a Kilian ha sido brutal, ha sido muy deportivo, se ha apartado y me he dejado pasar y le he dado las gracias», manifestó este atleta de 30 años campeón de España de orientación una decena de veces, y que desde hace cuatro logra grandes marcas en medio maratón, 10K y 3.000 obstáculos. Lo que le echen.