Hace una semana se vivió el homenaje a Rafa Martínez, ¿estuvo en la Fonteta?

¡Se me cayeron hasta las lágrimas! Me emociono, damos mucho por esto. Me fui de casa a los 13 años, Rafa y casi todos igual, nos hemos perdido muchas cosas, lejos de la familia... y tener un reconocimiento así es que ha valido la pena. Soy muy sentida, lo veía con su mujer e hijos, la ciudad le quiere mucho sin ser de aquí de nacimiento. Es la pasión que mueve el deporte.

¿Sueña con un final perfecto de igual manera en València?

¡Ojalá! De aquí no me voy hasta que me echen. Este club es muy grande, nos lo ponen todo muy fácil, es el equipo donde ir, tengo muchas amigas extranjeras y todo el mundo quiere venir aquí. Me siento muy afortunada de estar aquí, el club, la Fonteta, la ciudad es maravillosa y, de hecho, me he comprado un piso aquí, aunque no sé en un futuro dónde voy a acabar. Pero si no me sintiera tan cómoda no lo habría comprado.

Bueno, Queralt Casas camina en esa dirección. Renovación hasta 2025, cuarta jugadora con más partidos en el club... A lo mejor, un día se retira también su dorsal ‘9’.

No me negaría a ello, no sé de qué depende, ni de si hay que pasar unos años determinados en el club. Si lloré con Rafa, imagina si algún día soy yo (sonríe)... Estos reconocimientos son positivos. Por ejemplo, el que hemos visto en Girona con Laia Palau. Por todo lo que ha hecho por el deporte y por niñas que empiezan ahora y las que ya no son tan niñas.

Este año es la capitana. ¿Cambia mucho su papel?

Estoy supercontenta, no cambia mucho el rol, quizá, en otro club tienes que meterte en más cosas, aquí si necesitamos algo o queremos algo, el club te lo facilita. Hablo más con el entrenador, pero en el mensaje hablamos más, por ejemplo, Cris (Ouviña).

¿Cómo está el equipo?

Competimos bien en Girona. Ha sido una pretemporada dura por las lesiones, con partidos con cuatro jugadoras del primer equipo, pero hemos aprendido, vamos con lo que tenemos. Con lo que tengas, hay que jugar y dar lo máximo. No es una plantilla muy larga, pero tenemos muchísimo talento, un equipo envidiable.

¿Usted está mejor anímicamente que hace un año?

Ya lo creo, y se me nota. Estoy perfecta. Este verano ha sido gloria para mí, el pasado, las que ‘doblamos’ no habíamos tenido ni diez días de vacaciones desde la pandemia. No había empezado la temporada y no podía más.

Entonces, se verá una gran Queralt Casas en la pista.

Pienso que sí. Doy mi 100 % siempre, pero el año pasado diría que fue el que yo menos pude aportar. Estaba muy baja de confianza y no era yo. Ahora sí. Queralt (Casas) ha vuelto.

Por cierto, de experiencia en la Euroliga va sobrada.

La he jugado muchas veces, con 19 años en Rivas, con Galatasaray, Carolo y Sopron... Tengo experiencia y es muy dura. El cambio es grande. Soy competitiva y me gustaría decir vamos a ganarla, pero solo se puede decir que vamos a dar todo. No podemos perder un partido de Euroliga y salir tristes. Hace cinco años el club estaba en LF 2. Es una competición para disfrutar, sin presión.

Mañana, semifinales de Supercopa contra el Salamanca.

Por la pretemporada, ellas son las favoritas. Pero a Vitoria vamos a ir a ganar porque a un partido puede ganar cualquiera. Es un título en juego.