Prohibido sacar la calculadora

Mensaje de Baraja a la plantilla del Valencia: sólo hay que pensar en el rival inmediato, el único objetivo es ganar al Sevilla

Rubén Baraja, en el 
entrenamiento ayer 
del Valencia.  francisco calabuig

Rubén Baraja, en el entrenamiento ayer del Valencia. francisco calabuig / Andrés García. València

Andrés García. València

Rubén Baraja no quiere que sus jugadores saquen la calculadora. El equipo afronta las diez últimas jornadas de LaLiga en puestos de descenso, la situación es crítica, pero el mensaje del entrenador es pensar única y exclusivamente en el rival y el partido inmediato. En este caso, el Sevilla. El Pipo no quiere que ni su cuerpo técnico ni sus jugadores pierdan energía echando cuentas. No quiere distracciones. Y menos pérdidas de tiempo en hipótesis y cábalas peligrosas. Ya habrá tiempo para las matemáticas si al final hacen falta. Para el entrenador solo hay un objetivo: ganar al conjunto de José Luis Mendilibar el domingo a partir de las nueve en Mestalla. Todo lo que no sea eso con 30 puntos en juego todavía será una distracción.

El capitán del Valencia,José Luis Gayà.  lkasdalkdj

El capitán del Valencia, José Luis Gayà. lkasdalkdj / Andrés García. València

Mentalidad Simeone. Aunque suene mucho a tópico, el Pipo quiere que su equipo afronte la recta final del campeonato partido a partido poniendo el foco en el rival y sin mirar a la calculadora y al calendario. El vestuario comparte su mensaje. De los únicos puntos de los que se habla en clave interna son de los tres contra el Sevilla. Cualquier otra cosa sería equivocase y desviar el foco. Así lo confirmaba también Hugo Duro esta semana durante la entrevista que concedió al club. «Ahora mismo solo hay que pensar en el Sevilla, que es un partido muy importante. No me gusta una frase que cada vez que se dice: ‘Si se gana…’ que luego no pasa. Prefiero poner los pies en el suelo, paso a paso. Ojalá ganemos y si ganamos ya miramos el resto de los equipos, el resto de partidos y la asignatura de fuera de casa. Hasta que no consiga matemáticamente hay que dar el cien por cien».

El vestuario prefiere no hacer cuentas, pero para el aficionado que sufre al Valencia jornada sí y jornada también, es casi obligado sacar la calculadora y cruzar los dedos (o frustrarse) con la permanencia. En el imaginario colectivo está la necesidad de llegar a los 42 puntos, pero la última década ha demostrado que solo en dos temporadas (2017/18 y 2011/12) se tuvo que llegar a esa cifra. El problema del Valencia es que la permanencia esta temporada va cara. La igualdad es máxima y todavía se espera un arreón final de los equipos de abajo. La salvación (marcada entonces por el Valladolid) estuvo en 20 puntos a final de la primera vuelta. La proyección la llevaría a los 40 puntos al final de la temporada. Eso obligaría al Valencia a sumar 13 de los 30 puntos que hay un juego. Y eso pasa, por ejemplo, por ganar 4 partidos y empatar uno de los diez que hay en juego. Un 43%. Baraja hasta la fecha ha sumado 7 de 21 puntos posibles. Solo el 33%. La permanencia no es nada fácil. Ya lo avisó el Pipo: «De ahí abajo no se sale en dos o tres partidos».

A favor del Valencia juega el factor Mestalla. Los 7 de 9 puntos contra la Real Sociedad, Osasuna y Rayo Vallecano invitan a la esperanza. En contra del equipo juegan sus 8 derrotas consecutivas como visitante (solo una victoria en toda la temporada) y el cómputo general de los enfrentamientos directos. Una amenaza en pleno mes de abril. El Valencia solo ha sumado 9 de los 33 puntos contra los equipos de abajo de la clasificación. La peor renta de LaLiga. Los del Pipo se juegan la permanencia en la categoría en las diez últimas jornadas del campeonato contra Sevilla, Valladolid, Villarreal, Real Madrid y Espanyol en Mestalla y frente al Elche, Cádiz, Celta de Vigo, Mallorca y Betis como visitante.