El vestuario del Levante UD se conjura con una comida para hacer grupo

Imagen del Eibar - Levante

Imagen del Eibar - Levante / Levante-EMV

Rafa Esteve. València

El Levante no tiene dudas en pelear el ascenso a Primera División. La plantilla, consciente de la importancia del desafío y de los múltiples beneficios que lleva consigo, va a una y confía, más que nunca, en sus virtudes y en sus posibilidades de conseguirlo. Si es capaz de ganarse el beneplácito de militar en la máxima categoría del fútbol español por la trayecto más rápido o, de lo contrario, si será condenado a jugar a la ruleta rusa de la promoción de ascenso y, por consiguiente, minimizar sus posibilidades.

La plantilla, con vistas a la importantísima cita ante el Mirandés, aprovechó para juntarse y llevar a cabo una comida en un restaurante en las afueras de la ciudad de València. El encuentro, que se dio entre casi todos los integrantes no se generó de manera excepcional, debido a que, periódicamente, aprovechan cualquier circunstancia para reunirse, salir de la rutina deportiva y pasar momentos de desconexión. Sin embargo, fue la prueba de que el ambiente en el vestuario está en su mejor punto, que la mala dinámica de resultados no ha alterado el clima que se vive desde dentro y que todos y cada uno de los miembros coinciden: van a pelear por el ascenso directo hasta el último segundo. La primera de las siete finales que tiene por delante el Levante será contra el Mirandés, después de sumar una victoria en los últimos seis encuentros.