De las Juntas más tensas de la historia del Levante UD

Danvila, tras convertirse en el máximo capitalista del club, se expone ante los accionistas en medio del descontento

RAFA ESTEVE. VALÈNCIA

El levantinismo vive excitado después del apoteósico triunfo contra el Elche, pero, más allá de lo deportivo, el apartado económico sigue siendo un asunto de Gobierno en el Ciutat de València. El futuro del Levante es incierto. Sobre todo, después de que la celebración de la Junta de Accionistas se haya dilatado en el tiempo. No obstante, hoy es el día en el que los accionistas sabrán cuál es el estado de salud de un club azotado por unas últimas temporadas en la que Quico Catalán descuidó las arcas de Orriols, hasta el punto de que la deuda que soporta la entidad supera los 100 millones de euros. Prescindir de la venta de futbolistas y mantener la misma estructura de Primera en Segunda fueron decisiones trascendentales para que el Levante esté sumergido en un déficit financiero insoportable. Ahora es momento de que el levantinismo no solo sepa la situación, sino también hacia dónde navega una entidad que necesita la mejor versión de cada uno de sus integrantes.

El Complejo Deportivo Cultural de la Petxina será el escenario en el que José Danvila llevará a cabo la Junta General de Accionistas, en medio de un ambiente de crispación en la grada que ha sido transmitido en los últimos partidos. “Directiva dimisión”, entonó Levante Fans a lo largo de los últimos dos partidos en el 19:09. Además, distintos sectores de la grada sacaron pancartas en contra del Consejo de Administración. El proceso de venta, la entrada de Danvila como gestor del club y su conversión a máximo accionista del Levante son motivos por los que el levantinismo siente que no está representado.