Living invertirá 4,5 millones hasta final de año para mejorar sus instalaciones

Living Ceramics anuncia una inversión de 4,5 millones de euros para mejorar y completar sus instalaciones a nivel tecnológico. El consejero delegado de la firma, Manuel José Parra Soriano, explica que parte de este proyecto se pondrá en marcha «en cuestión de días», mientras que la segunda fase estará lista «para finales de este año o principio de 2019».

En concreto, se trata de la entrada en funcionamiento de una clasificadora y una línea de rectificado en su segunda sede, ubicada en Vila-real. Mientras que para en la segunda fase se instalará una pulidora y una enmalladora.

Una inversión que se suma la reciente ampliación del muelle de carga y de la sala de exposiciones. Pero, además, hay que recordar que la firma inauguró el pasado septiembre su planta de producción de Onda. De esta manera «hemos pasado de fabricar el 90% de nuestra producción en las instalaciones de Argenta Cerámica a producir todo nuestro catálogo en nuestra propia planta».

Una planta productiva «inteligente» que permite «ofrecer la máxima calidad y un servicio al cliente insuperable, porque entendemos que nuestras piezas deben ser únicas, es por ello por lo que hemos invertido en los sistemas de producción más vanguardistas que existen en el mercado, nunca antes presentes en el sector»,a firma Parra.

La inversión ha superado los 11 millones de euros, permitiendo una capacidad productiva que varía en función del tipo de formato a producir: «Si es 90x90 o 60x120 cm, estamos en unos 7.500 metros cuadrados diarios. Si vamos a grandes planchas, son unos 5.000 metros cuadrados diarios. Todo depende del formato. En la planta fabricamos los formatos mínimos de 60x120 y 90x90. Del 60x120, luego, en la rectificadora, cortamos piezas con formatos más pequeños. El resto de los formatos que salen de la planta son el 120x120, 60x180, 120x260, 90x270, y 160x320», explica Parra.

Para la fabricación de estas grandes placas se ha optado por la tecnología de producción en continuo de Sacmi, que traslada a la cerámica un proceso que es muy similar al que ya se aplica para las laminadoras de acero.

Apuesta ambiciosa

Una apuesta ambiciosa porque «queremos diseñar un producto cerámico sin limitaciones ni restricciones para la arquitectura más exigente, capaz de adaptarse a los proyectos más especiales. El formato de estas piezas, de hasta 160x320 centímetros, permite recubrir el espacio de suelo a techo con una sola pieza, creando un efecto de infinitud a la vista».

Una filosofía de trabajo que está en el ADN de Living Ceramics, una empresa cuyo accionariado está en manos de las familias Cifre y Usó, propietarias de Argenta; y de José Manuel Parra y su hermano Fernando. La apuesta ha tenido una acogida extraordinaria que ha permitido unos resultados que crecen de manera exponencial. «Prevemos cerrar el actual ejercicio con unas ventas globales que rondarán los 22 millones de euros y un crecimiento en torno al 23 %», anticipa el directivo de la firma.

Detrás de estos resultados está el posicionamiento de la marca en el segmento top del mercado. «Estamos vendiendo nuestras propuestas a un precio medio de entre 19 y 20 euros el metro cuadrado. Y ahora, con el sistema de producción de grandes placas, debe aumentar», afirma Parra. Se trata de unas tarifas que triplican el precio medio del sector cerámico español y que está muy por encima de los 13 euros de Italia. «Ofrecemos productos muy técnicos y diferenciales, y el mercado nos acepta porque damos un producto de muy alto valor añadido. Living Ceramics no compite por precio», concreta Manuel José Parra. «Nosotros no vamos a volúmenes. Tenemos unos niveles de producción que van aumentando, pero siempre manteniendo un correcto equilibrio entre la oferta y la demanda», añade.

Capacidad de producción

Aun así, al actual ritmo de crecimiento de las ventas, la empresa se va a haber obligada a aumentar su capacidad de producción para dar cabida a toda la demanda: «Nuestro principal reto es duplicar la instalación. No hay fecha, pero ya estamos trabajando para tener todo preparado, en cuanto a terrenos y trámites medioambientales y, así, poder activarlo tan pronto sea necesario. Si se mantiene el actual ritmo de crecimiento, podríamos activar la inversión en dos años, aproximadamente, pero todo dependerá de la evolución del mercado».

A este reto, Living Ceramics suma otro más: «Queremos poder colorear en seco las pastas con las que trabajamos actualmente y, posteriormente, poder fabricar en tiempo real escamas, granulos y filetos. El objetivo es poder entrar en el mercado de la piedra y que nuestras piezas tengan el canto de la misma naturaleza que la superficie de las piezas, para que los marmolistas puedan utilizar nuestras grandes placas como ahora utilizan la piedra natural».