Ha pasado algo más de una década desde que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, diera el espaldarazo definitivo a la ruta marítima de transporte de mercancías por el Ártico, una alternativa al canal de Suez que comienza a interesar a navieras transoceánicas en busca de ahorro de tiempo de navegación y de costes energéticos. Un buque tiene que recorrer alrededor de 20.000 kilómetros para transitar entre Shanghái y los grandes puertos del norte de Europa (Rotterdam o Hamburgo) si viaja por Suez, mientras que esa distancia disminuye a 14.000 kilómetros y 14 días menos de navegación por la ruta marítima ártica.
En plena competencia entre puertos del norte del Viejo Continente y los del Mediterráneo (incluido el de València) para captar tráficos del sudeste asiático -sobre todo de China- parece que el calentamiento global impulsa el citado trayecto que beneficia grandes recintos del norte del continente. Aunque los tráficos todavía son residuales, las toneladas transportadas en lo que va de 2018 (9,95 millones) casi duplican ya las conseguidas en 2017 (que llegaron a 5,50 millones). Hasta ahora, las embarcaciones que han utilizado esta ruta han sido buques gasísticos y metaneros, si bien a finales de septiembre el portacontenedores Venta Maersk se ha convertido en el primero en navegar por la gélidas aguas entre los enclaves rusos de Vladivostok (parte astática) y San Petersburgo (en Europa).
Un negocio todavía estacional
El viaje del buque de Maersk con capacidad para 3.600 TEU (contenedores de veinte pies) es una «señal positiva» para acortar los tiempos de transporte de Asia a Europa, si bien todavía no es viable como alternativa comercial a las rutas existentes este-oeste porque tan solo puede ser utilizada durante el verano, aseguran fuentes de esta compañía. Pero eso puede cambiar por el calentamiento global. Los nuevos buques de la naviera danesa se encuentran entre los más grandes de su clase capaces de operar en aguas cuya temperatura es inferior a 25º C. Su capacidad es de 3.596 contenedores, de los que 600 pueden ser refrigerados.
Aunque se trate todavía de un negocio incipiente, el presidente Putin acaba de anunciar que en el presupuesto para los años 2019-2021 Rusia tiene previsto invertir más de 40.000 millones de rublos (516 millones de euros) en el desarrollo de esta vía, con infraestructuras portuarias y construcciones de rompehielos nucleares, según informa la agencia AFP. En pocas décadas, el casquete glaciar del Ártico ha perdido casi la mitad de la superficie. Hasta la fecha solo los navíos de menor tamaño han podido realizar este viaje y que es accesible entre los meses de julio y octubre. Es el caso de los metaneros rompehielos nucleares que transportan hacia Europa y Asia el gas natural licuado, procedente de la península rusa de Yamal.
