Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La ampliación del Puerto de València costará 1.200 millones

La Autoridad Portuaria buscará un cuarto operador, exigirá la automatización del 100% de las tareas de carga y descarga y prevé que entre en funcionamiento en 2025

Comienza la cuenta atrás para la macroampliación del puerto. El consejo de administración de la Autoridad Portuaria de València (APV) dio ayer el visto bueno al inicio del proceso de ampliación norte al aprobar el proyecto de pliego de bases de condiciones para construir una nueva terminal pública de contenedores con capacidad para 5 millones de TEU (unidad de veinte pies) y 137 hectáreas de superficie. Esta gigantesca infraestructura tendrá accesos ferroviarios, será la más grande de la historia del recinto del Grao, requiere una inversión de 1.200 millones de euros; de los cuales la APV espera aportar 400 millones con sus recursos propios y la futura empresa concesionaria, destinar los 800 millones restantes (si bien se fija una inversión mínima de 400 millones en una primera fase).

El presidente de la APV, Aurelio Martínez, indicó al término del consejo que el emplazamiento marítimo quedaría saturado dentro de seis años -que es cuando podría estar acabada la nueva terminal- si no se amplía el recinto, que pasará de una capacidad de 7,5 a 12 millones de contenedores. Con ello aspira a convertirse en el tercero en el ranking de Europa tras Rotterdam y Hamburgo. Ahora es quinto y líder en el Mediterráneo.

En busca de inversores

En plena competencia con Barcelona, Algeciras y Tánger, Martínez considera que la tendencia del comercio mundial de transporte marítimo «justifica la ampliación en marcha» con la que pretende dar entrada a otro operador que se sumaría a los actuales tres terminalistas de contenedores: Noatum (grupo Cosco), MSC y APM-Maersk. «La Autoridad Portuaria preferiría un cuarto operador, si bien los que hay también pueden aspirar a gestionar este nuevo espacio siempre y cuando se comprometan a incrementar en un 50% sus tráficos actuales», puntualizó. Sea como fuere, entre los requisitos para licitar Martínez espera una adjudicación de la obra a mediados de 2019, si todo va bien y no hay incidencias legales. La APV permite a empresas ya instaladas acudir a esta puja, pero con la obligación de abandonar su instalación actual en un plazo determinado. Así las cosas, todo apunta que grandes operadores asiáticos del sector marítimo o fondos de capital árabe podrían convertirse en gestores de la futura terminal valenciana.

Pensando en la productividad y la reducción de costes laborales en tareas de estiba y desestiba, la APV pretende que la gran terminal, con capacidad para atender a los buques de nueva generación que podrían transportar más de 25.000 contenedores, sea automatizada en un 100 % de sus procesos. En ese sentido, el director de la APV, Francesc Martínez, explicó que eso requiere que además de ser automática en las zonas interiores del muelle también se aplique en procesos de traslado de contenedores del buque al patio y viceversa; así como en la recepción y entregas de las mercancías a los camiones o trenes. Hasta ahora estas labores quedan en manos de los estibadores.

Acceso norte

Respecto al acceso norte terrestre para camiones, una condición que la naviera MSC considera sine qua non para realizar la nueva terminal, Martínez ha defendido que las obras de la nueva terminal se puedan «acompasar» con la citada infraestructura, aunque no se tiene ni proyecto constructivo ni solución técnica. Y descarta generar conflicto al ordenamiento urbano de València porque la solución más factible que se baraja es entrar en túnel antes de Alboraia hasta el puerto. Esta obra costaría otros 4oo millones de euros a la APV.

Compartir el artículo

stats