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Tribuna

El futuro del hidrógeno

El futuro del hidrógeno

El uso generalizado de combustibles fósiles conlleva impactos considerables tanto locales, con la emisión de gases contaminantes que afectan a la calidad del aire, como globales, siendo el calentamiento global consecuencia en gran medida de la emisión de CO2 producido en su combustión. Las graves consecuencias personales y económicas de estos impactos hacen necesario el cambio de modelo energético hacia uno con cero emisiones contaminantes y un balance neutro de CO2.

No existe en la actualidad una opción tecnológica que supere al resto de alternativas en todos los casos, sino que un modelo energético óptimo debe incluir a todas aquellas que sean óptimas en casos específicos. Los entornos portuarios presentan una gran diversidad de usos y en los puertos del futuro una de las tecnologías que tendrá un papel fundamental serán las pilas de combustible alimentadas con hidrógeno. En las aplicaciones de movilidad con gran demanda de energía, como barcos, algunos tipos de maquinaria portuaria o camiones, el potencial del hidrógeno destaca sobre el resto ya que permite contar con autonomías aceptables, una velocidad de recarga comparable a la de los combustibles tradicionales, emisiones nulas y muy bajos niveles de ruido.

Este tipo de tecnología ya es madura, existiendo en el mercado productos comerciales para coches, carretillas o autobuses, aunque el elevado coste de equipos y del combustible impide un uso más extendido. No obstante, ya existen aplicaciones en las que el uso de celdas de combustible a hidrógeno es la opción más conveniente como demuestra la apuesta por esta tecnología por parte de gigantes de la logística o la distribución como Amazon o Walmart. La adopción de economías de escala en la producción de equipos y la disponibilidad de hidrógeno renovable más barato son factores que permitirán la progresiva introducción de la tecnología en nuevos usos, como ya se empieza a mostrar con la adquisición de los autobuses urbanos propulsados a hidrógeno en diversas ciudades europeas.

El compromiso del puerto de valencia con la ciudad y con el medioambiente es claro como demuestran iniciativas como las certificaciones ISO 14001 o EMAS III. Una parte importante de este compromiso es la búsqueda de alternativas viables que minimicen el impacto de su actividad, por ello se está empezando a analizar el papel del hidrógeno en el puerto del futuro. Los primeros frutos en este sentido se obtendrán del proyecto H2Ports, un proyecto europeo financiado por la FCHJU y coordinado por la Fundación Valenciaport en el que, por primera vez en Europa, se probará maquinaria de terminal que utiliza celdas de combustible. Esta experiencia pionera nos acerca a un nuevo paradigma energético, en el que seguro que el hidrógeno tendrá un papel protagonista.

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