El presidente de la Autoridad Portuaria de València (APV), Aurelio Martínez, aseguró ayer que el retraso en el proceso de construcción de la nueva terminal de contenedores «pone en riesgo no solo la inversión de Mediterranean Shipping Company (MSC) sino el futuro de todo el puerto». Así de contundente se expresó el máximo responsable de la APV un día después de que el presidente de MSC España, Francisco Lorente, tuviera una reunión con el alcalde de València, Joan Ribó, y anunciase entonces que la citada multinacional del transporte y la gestión logística podría dejar en el aire su inversión de 1.000 millones de euros y buscar otros puertos alternativos al recinto del Grao en el Mediterráneo para poner en marcha un gran terminal de contenedores.
Martínez comentó que la posible solicitud de una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA), tal como exige el titular del cap i casal, «no puede paralizar» el proceso de expansión del puerto, pues «lleva ya más de dos años acometiendo el proyecto con informes jurídicos y técnicos que avalan» la citada infraestructura y que debería entrar en funcionamiento en 2024 o 2025, según los planes que maneja la naviera. El presidente de la Autoridad Portuaria indicó que «si la terminal no se hace aquí se hará en otro lado. Se están ofreciendo otros puertos», afirmó. Además, destacó que si MSC decide marcharse su actual terminal, tal como reconoció Lorente tras su encuentro con Ribó, quedaría como una instalación «doméstica y residual».
La actividad de transporte marítimo de MSC acapara alrededor del 50 % del tráfico anual de contenedores del Puerto de València, que supera ya los 5,5 millones de TEU (unidad de contenedor de veinte pies). Esta actividad podría perderse, según Martínez. La multinacional italosuiza, junto con Cosco y APM-Maerks, aglutina la mayor parte del negocio del puerto que es líder en el Mediterráneo y cuarto en Europa.
Respecto a la solicitud de una nueva Declaración de Impacto Ambiental Aurelio Martínez anunció que «dejará el asunto en manos de la Abogacía del Estado y del consejo de administración». En ese sentido, advirtió de que este largo proceso administrativo, «puede durar tres, cuatro o cinco años. Y eso no puede retrasar el futuro de la expansión del puerto», puntualizó.
El informe jurídico presentado por el alcalde Ribó a la APV para analizar posibles afecciones y justificar la necesidad de que la Autoridad Portuaria pide una nueva declaración ambiental al cuestiona la anterior DIA (que aprobó el Ministerio de Medio Ambiente en 2007). Este texto, entregado a la Autoridad Portuaria el pasado jueves sin fecha, ni firmado, según Martínez, pone en duda el anterior visto bueno del Gobierno central tras modificarse la construcción del nuevo muelle para la gigantesca terminal de contenedores de 136 hectáreas de superficie y con capacidad para albergar 5 millones de contenedores.
El ayuntamiento cuestiona el menor volumen de dragado (-1,5 millones de toneladas, según Martínez) que requiere la infraestructura. Además, pretende conocer el impacto sobre la flora y la fauna marina así como la repercusión sobre el tráfico de vehículos y la contaminación atmosférica, entre otros asuntos. También lamenta el citado documento de Ribó que la alteración del campo visual de la terminal, con sus grúas y contenedores, desde la playa de la Malva-rosa, será considerable.
Ribó no percibe amenazas
El alcalde de València, pese a reclamar una nueva DIA y rapidez en su tramitación, afirmó ayer que «no» percibe«amenazas» en las manifestaciones de la naviera MSC ante un posible retraso en la ampliación. Y reconoció que «es evidente que la inversión necesita hacerse lo antes posible».
Martínez lamentó la «insensibilidad social» de Per l'Horta al oponerse a la Zona de Actividades Logísticas (ZAL), pues «generará empleo» en un barrio como Nazaret, con una tasa de paro del 40 %.
