El tráfico cerámico en el Puerto de Castelló -un total de 7.461.085 millones de toneladas- supone ya el 36 % del total y propiciado que el recinto castellonense se consoliden la novena posición en el sistema portuario español. Tras el 18% de crecimiento en 2018, el emplazamiento castellonenses cerró el ejercicio de 2019 moviendo 20.720.852 toneladas, lo que supone un ligero retroceso del 1,9% debido a la pérdida de exportación en el Mediterráneo por las políticas proteccionistas, y en un año en el que el crecimiento de los puertos se ha ralentizado notablemente, en concreto un 1,3%.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Castelló, Francisco Toledo, considera que el tráfico cerámico de Castelló por si mismo «justificaría un puerto, porque 31 de los 46 puertos españoles tienen menos tráfico total que PortCastelló solo con la cerámica», puntualizó. El año 2019 es también el año de la consolidación del de Castelló en el cuarto puesto del ranking en tráfico de graneles sólidos, y el quinto en importación y exportación. Según el informe presentado por Toledo, esta posición de liderazgo es relevante tras cerrar 2019 con cifras similares al año anterior en tráfico cerámico, a pesar de la inestabilidad de los países del Mediterráneo y las medias proteccionistas de Argelia, Egipto o Arabia. Así, 2019 se cierra con un ligero retroceso en las importaciones, de un 4,8%, y de un 1,3% en las exportaciones. «Es un balance positivo -explicó Toledo- para nosotros, tras el crecimiento de un 18% registrado en 2018 y que era imposible de mantener».
Mientras tanto, el Puerto de Barcelona anunció ayer que en el ejercicio 2019 logró un beneficio neto de 44 millones de euros, un 18% menos respecto al año anterior, debido al aumento de los gastos no recurrentes, sobre todo dotaciones y gastos e infraestructuras no previstas. Así lo explicaron en rueda de prensa la presidenta del Puerto de Barcelona, Mercè Conesa.
