El Euribor acaba de cerrar el mes de mayo con una pequeña subida que le vuelve a niveles de diciembre del año pasado. Esta pequeña alza no supone un aumento del coste para aquellos que revisen sus préstamos como referencia los datos de este mes, pero si los descensos serán menores que el año pasado, unos 40-50 euros de media al mes, una cantidad más importante cuanto más largo sea el plazo y el importe sea mayor.

¿Se acabó la época de las bajadas? Los vaivenes delos mercados financieros también se han trasladado al mercado interbancario y dentro de esta ligera tendencia al alza ha sufrido variaciones importantes diarias tanto al alza como a la baja, que al final se han resumido en esta pequeña subida. Esto no significa un cambio brusco de ciclo, incluso las previsiones de hace meses eran mucho peores que las actuales. Existe una tendencia al alza, pero por lo menos hasta octubre o noviembre no volverán a revisarse las hipotecas con subida y estas presumiblemente serán poco importantes y nuestras hipotecas seguirán en tipos bajos.

Que los tipos sigan manteniéndose en niveles bajos es una ventaja que el consumidor que pueda debe aprovechar, a diferencia de con tipos altos, además de pagar menos, en la mayoría de las hipotecas estamos amortizando mucho más capital que intereses, eso significa que cuando suban los tipos al quedar menos capital pendiente las subidas son menores. Si el consumidor puede permitirse utilizar parte de ese ahorro en cuotas en amortizar más capital, ahora es su momento.

También reduciendo más rápidamente nuestras deudas tenemos más opciones para cambiar de entidad, si en la actualidad no estamos satisfechos con las condiciones de nuestro préstamo tenemos más opciones que acepten una subrogación si lo que debemos respecto al valor de compra o tasación del inmueble es mucho menor.

Aunque siempre la opción más barata y primera que debemos realizar es negociar con nuestro propio banco, lo más fácil es centrarnos en aquellas cláusulas que no suponen cambios en las condiciones "fundamentales" de la hipoteca y por tanto no hace falta tener que escriturar de nuevo y pasar por el notario pagando nuevos gastos. Entre estas están las famosas cláusulas de suelo y techo, especialmente las primeras que penalizan situaciones como las actuales de tipos por debajo del 1,50%.

Negociar ciertas cláusulas se pueden realizar firmando un contrato privado entre las partes, vinculante y gratuito. Otras condiciones que ya no se utilizan pero que proceden de hipotecas de mayor antigüedad como el redondeo suponen otra buena opción para eliminarlas. Si tenemos otros productos con la misma entidad o una buena posición financiera sin duda también nos reforzará nuestra posición negociadora.

Los bancos y cajas están aumentando la oferta en hipotecas, aprovechemos la coyuntura para poder mejorar nuestras condiciones.