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El presidente de la patronal alicantina Coepa, Rafael Martínez Berna, se mostró ayer contrario a una eventual operación -sea por fusión o por SIP- a través de la cual Bancaja quede absorbida por Caja Madrid. Desde que la CAM se alió con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria en un SIP que colidera con la asturiana pese a tener el doble de tamaño, no han cesado las presiones desde la capital para que Bancaja acepte una fusión con Caja Madrid, pese a que ésta está inmersa en un proceso de fusión virtual con otras cinco cajas pequeñas.

Antes de participar en una mesa redonda sobre el modelo productivo, que tuvo lugar ayer tarde en la sede de la Fundación Bancaja, Martínez Berna defendió, a preguntas de este diario, la valencianía de la entidad presidida por José Luis Olivas, la vinculación con ella de los empresarios alicantinos -sobre todo ahora que pueden perder la sede que tenían con la CAM- y su convicción de que, aunque en un momento dado fuera "la solución menos negativa", "no eligiríamos" la fusión Bancaja-Caja Madrid, porque defienden que las cajas valencianas participen en "uniones en las que puedan dominar". En el mismo acto, el presidente de la patronal valenciana CEV, José Vicente González, reiteró su oposición a esa operación, porque, dado el distinto tamaño de las dos entidades, supondría la absorción de la valenciana por la madrileña, e insistió en que Bancaja, ante cualquier oferta, siempre debe mirar que la caja en cuestión se encuentre por debajo de ella en el escalafón del sector.