El sindicato agrario La Unió de Llauradors i Ramaders aseguró ayer que se ha detectado una plaga de caracoles en los campos de la Comunitat Valenciana que provoca tanto daños en las cosechas -sobre todo en hortalizas y cítricos- como en las estructuras por parte de los recolectores en su afán por recoger el mayor número de estos moluscos gasterópodos para venderlos.

La organización liderada por Josep Botella manifestó que fundamentalmente "es el creciente abandono de campos que se detecta en la mayor parte de las comarcas, como síntoma de una crisis que va al alza, unido al hecho de que la primavera sea bastante lluviosa, lo que ha proliferado la existencia de caracoles" La Unió reclama a los ayuntamientos que hagan uso de normas medioambientales para que los campos abandonados se limpien y no se conviertan en foco de expansión de plagas de caracoles, conejos o ratas o también de incendios.

Rotura de compuertas de acequias

La Unió aclaró que no esta a favor de prohibir la recogida, pero puntualizó que "se debería regular de alguna manera y también controlar y perseguir a aquellos que destrozan los campos para recolectarlos". Los agricultores cuando llegan a sus campos observan en este sentido cómo los márgenes de piedra están destrozados porque los caracoles se ocultan en los mismos, las gomas del riego por goteo también quedan maltrechas y las compuertas de las acequias así mismo rotas en muchos de los casos.