La fusión de Cajastur con CAM, Caja Extremadura y Caja Cantabria no se llevará a efecto.Ayer quedó rota de forma irreversible esta alianza que iba a constituir el quinto grupo financiero más importante de España. Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria, cuyas asambleas rechazaron casi por unanimidad la fusión, retomarán previsiblemente las conversaciones en las próximas horas para replantear el proyecto sin la CAM y no es descartable que intenten incorporar a otro u otros socios para ganar tamaño. El consejo de Cajastur se reunió anoche, al término de la asamblea, para esbozar el futuro inmediato en esa clave.

El Banco de España requirió ayer mismo a las cuatro cajas a que «le comuniquen inmediatamente las estrategias que piensan seguir» y anunció que «en el caso de que no puedan obtener en el mercado los recursos propios necesarios para cumplir» con los requerimiento de capital que exige el decreto del Gobierno de 18 de febrero, «el FROB suscribirá el capital necesario para que las entidades alcancen el nivel requerido en la norma».

Esta advertencia apunta al futuro inmediato previsible de la alicantina CAM, que, dadas sus elevadas necesidades de recapitalización, y una vez que se ha vuelto a quedar sola, necesitará ser nacionalizada por el Fondo de Rreestructuración Ordenada Bancaria (FROB) de no hallar en un plazo inmediato un comprador o un socio de gran solvencia y con magnitud suficientes que se haga cargo de su situación. Este escenario probable fue calificado de «intervención encubierta» por fuentes cercanas al supervisor.

Autorizaciones necesarias

Banco Base era el único proyecto de integración de cajas de ahorros en el que no se habían adoptado todos los acuerdos y las autorizaciones necesarias para que el proceso fuera irreversible, especificó el organismo regulador de los mercados. En cuanto a las participaciones preferentes por importe de 1.493 millones de euros suscritas por el FROB en diciembre de 2010, el Banco de España precisó que aún no se había realizado su desembolso, ya que estaba supeditado a que se cumplieran todas las condiciones del contrato de suscripción.

El rechazo a la alianza con CAM fue masivo en las tres cajas que habían promovido en origen la fusión, a la que luego se incorporó la alicantina. En_Cajastur hubo 277 votos en contra de la fusión y una abstención. En Caja Extremadura se produjeron 151 rechazos a la operación y sólo dos apoyos. Y en Caja Cantabria 90 miembros de la asamblea exigieron la ruptura de los acuerdos y sólo 4 se inclinaron por proseguir con ella.

El rechazo de Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura a proseguir con el proyecto obedece a la desconfianza económica sobre la entidad alicantina, el riesgo de que sus ratios hagan inviable la operación y el rechazo de las tres cajas a que, por la necesidades de recapitalización de CAM, el Estado, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), asumiese una posición de principal accionista en el banco que iba a encabezar la fusión, dado que al FROB se le pidió el lunes una inyección de 2.784 millones como capital, además de otros 1.493 millones como crédito respaldado por una emisión de participaciones preferentes que serían convertibles en capital de producirse incumplimiento por el banco.

Recapitalización

Miembros de la asamblea de Cajastur señalaron anoche que esta caja no cree que vaya a precisar recapitalizarse pese a haber integrado al banco filial castellano-manchego CCM.En el grupo existe plena confianza en que Caja Extremadura no precise tampoco recapitalizarse y que, a lo sumo, Caja Cantabria necesitaría algún refuerzo, aunque, por su tamaño reducido, no será relevante.

El ambiente en las asambleas de Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria también fue de rechazo a CAM. Un consejero extremeño sostuvo que, a la vista de los datos, sólo cabía votar en contra de la integración. «Del mal, el menor», dijo. Otro consejero de Caja Extremadura declaró que responsables de esta entidad comentaron el deseo de proseguir la fusión con Cajastur y Caja Cantabria.

«Tampoco hacía falta más»

En la asamblea de Cajastur la votación para romper la fusión llegó con el punto seis del orden del día. La intervención del presidente de la caja asturiana, Manuel Menéndez, fue corta. «Tampoco hacía falta más», explicó un miembro de la asamblea. «Todo el mundo había tenido reuniones previas y ya se conocían los números y lo que pasaba. Así que fue suficiente con que expusiera que la operación era un riesgo evidente para la Caja», añadió.

Eso sí, varios de los participantes coincidieron en que el presidente de Cajastur indicó que «a partir de ahora se inicia un nuevo proceso en el que se analizará el futuro y si se irá a una nueva fusión con Caja Cantabria y Caja Extremadura e incluso la posibilidad de que se incorpore algún nuevo socio para ganar tamaño, siempre que se asegure la solvencia de la operación». Hubo varias intervenciones para preguntar. «Fueron más para posicionarse», explicaron otras fuentes.

Los representantes de los sindicatos explicaron que votarían en contra de la fusión porque la operación «arruinaría» a Cajastur, y porque mantienen su oposición a que las cajas se conviertan en bancos.«Hemos hecho muchos esfuerzos para buscar una solución, pero no ha sido posible.

Ahora hay que seguir trabajando en el mapa de reordenación del sistema y Cajastur seguirá adelante como hasta ahora», afirmó otro miembro.

La entidad alicantina se quedará el Banco Base y prepara acciones judiciales contra sus exsocios

La Caja Mediterráneo (CAM) «continuará adelante» con Banco Base, estudiará las consecuencias jurídicas del rechazo de Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura al proyecto de integración, y elevará las posibles reclamaciones que procedan, informó la entidad alicantina. La CAM lamentó «profundamente» la decisión tomada por sus socios en Banco Base de abandonar el proceso de segregación de activos e integración «al que se habían comprometido».

Las mismas fuentes señalaron que la dirección de CAM ha comenzado a estudiar con sus asesores las consecuencias jurídicas de esta decisión y «los derechos que le puedan corresponder» por la ruptura de los acuerdos. El presidente de CAM, Modesto Crespo, ha convocado al Consejo de Administración —posiblemente para hoy— con el fin de analizar «las nuevas posibilidades de asociación con otras entidades o de captación de recursos» y cumplir así con los requisitos del Banco de España y del Gobierno.

Caja Mediterráneo sostiene que, desde el principio, «ha apostado por la viabilidad de esta integración, actuando con transparencia, lealtad y responsabilidad hacia los acuerdos adoptados». «CAM es la única caja de ahorros que cotiza en Bolsa y, por tanto, está obligada a la transparencia y sometida a continuas auditorías por parte de los organismos reguladores», subrayaron desde la entidad alicantina. «Caja Mediterráneo no es responsable de la ruptura del acuerdo y considera que no existen argumentos que justifiquen el cambio de opinión del resto de socios», aseveraron fuentes de la entidad.

Tras la negativa de Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura, fuentes próximas al consejo de CAM indicaron que esta decisión es «un varapalo», ya que en la asamblea general celebrada ayer por la mañana «había cierto optimismo» en la consecución del SIP. Estas mismas fuentes dan por sentado que la dirección de CAM tiene «un plan b» que ayer, «dado ese optimismo, no han contado en la asamblea».