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Más huelga en la industria, los transportes y la construcción, pero menos en los servicios y las administraciones públicas, el comercio o la hostelería. Al margen de la batalla de cifras de seguimiento ofrecidas por sindicatos (76%) y la patronal autonómica Cierval (15 %), sí que se produjo ayer una coincidencia generalizada por parte de los agentes sociales al reconocer que la participación fue algo superior a la realizada en septiembre de 2010 aunque menor que la convocada en junio de 2002 contra la reforma laboral decretada por el Gobierno del PP de José María Aznar. Así lo constatan los datos sobre consumo eléctrico facilitados por Red Eléctrica de España (REE), que reflejan un suministro un 15,8 % inferior que el día anterior a la huelga y también menor en un 2,5 % respecto al paro general de 2010. Iberdrola, el principal operador en la Comunitat Valenciana, aseguraba que la caída de consumo fue del 8 % respecto al día anterior.

«Tranquilidad y moderación. Un panorama cercano al de un día normal». Esta era la valoración que realizaba el Gobierno central de la huelga general en su último balance, que coincidió con el que ofreció la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Paula Sánchez de León, que rebajó el seguimiento en la autonomía al 20 %.

Amplio despliegue policial

El 29M, con un amplio despliegue policial desde primeras horas de la noche del pasado miércoles, movilizó a cientos de piquetes informativos en las calles, polígonos industriales y principales núcleos empresariales de la Comunitat Valenciana. Con todo, se cumplieron los servicios mínimos decretados por el Consell y que oscilaban entre el 30 % en el sector del transporte hasta el 50 % en el ámbito de la sanidad. Los únicos incidentes registrados —según informó la delegada del Gobierno— se produjeron a las puertas de la factoría Vossloh de Albuixech, donde dos agentes de la Guardia Civil resultaron heridos leves, con contusiones, tras un enfrentamiento con los miembros de un piquete. Además, se produjo la detención de un hombre de 66 años en las puertas de un supermercado de Sagunt.

Donde sí se produjeron graves incidentes fue en Barcelona, donde se produjo una batalla campal en las calles del centro de la ciudad. Mientra tanto, en Bilbao también hubo varios heridos. A pesar de la normalidad que aseguró el Gobierno central hay datos que alejan esa visión: 176 detenidos y 104 heridos en las distintas concentraciones o actos reivindicativos a lo largo de la jornada de ayer en España.

Respuesta en la calle

La tímida respuesta a la huelga registrada en algunos sectores de actividad económica —como en los servicios, comercios urbanos o supermercados, entre otros— no impidió que las manifestaciones vespertinas celebradas en Castelló, Valencia y Alicante tuvieran una multitudinaria respuesta en comparación con otras concentraciones, como las del Primero de Mayo. De este modo, según fuentes sindicales, miles de trabajadores que no realizaron huelga el 29M por motivos económicos —a un trabajador se le descontaba entre 70 y 110 euros según su salario bruto mensual—sí participaron al concluir su jornada laboral en las citadas marchas de protesta que se realizaron en las calles céntricas de las tres capitales de provincia. Estas manifestaciones multitudinarias también se realizaron en otras ciudades españolas, como Madrid o Barcelona. En opinión de los sindicatos, la respuesta masiva de la sociedad debe hacer reflexionar al Gobierno porque la reforma laboral, que han calificado de «inútil, injusta e innecesaria», tampoco es aceptada por la ciudadanía y señalaron que cualquier reforma debe ser consensuada con los agentes sociales.

Las centrales sindicales mayoritarias convocantes del paro general, UGT y Comisiones Obreras, se jugaban mucho con esta convocatoria de huelga general y echaron el resto para aumentar el impacto en los principales centros de trabajo. La mayor participación de trabajadores se produjo en la grandes empresas del sector industrial.

Puntos neurálgicos

En centros tan representativos como Ford el paro fue del 100 %, mientras que el sector azulejero también se produjo un notable parón de actividad. El transporte fue otro de los sectores con más seguimiento del paro. Los grandes puertos de la Comunitat (Valencia, Sagunt, Gandia, Castelló y Alicante) permanecieron sin actividad tras el apoyo de los estibadores.

Servicios mínimos

El estricto cumplimiento de los servicios públicos en los transportes urbanos (autobuses, metro y tranvía) también facilitó los desplazamientos de los trabajadores. Con todo, a primeras horas de la mañana se produjeron retenciones en los principales accesos a la ciudad de Valencia, como la V-21, a pista de Silla o la pista de Ademuz. Por otro lado, el principal centro de distribución mayorista de la Comunitat, Mercavalencia, también registró una notable presencia policial para controlar al piquete informativo. Mientras tanto, los servicios mínimos también se cumplieron en las Administraciones públicas valencianas, así como en los sectores de la educación y la sanidad, sin bien las cifras varian notablemente según las fuentes consultadas.

Denuncias al Servef

Los sindicatos aseguraron que estudian denunciar al Servicio Valenciano de Empleo y Formación (Servef) a unas 70 empresas por coacciones a los trabajadores. Según las centrales UGT y CC OO a lo largo de estos últimos días han recibido ese número de consultas de empresas que han coaccionado a los trabajadores para no realizar la huelga.

Los dirigentes sindicales, patronales y la delegación del Gobierno se enzarzaron a lo largo del día y libraron una auténtica batalla de porcentajes sobre el seguimiento de la huelga general. A la hora de hacer balance final, CC OO y UGT-PV cifraron la incidencia de la huelga en la Comunitat Valenciana en un 76 % y resaltaron la «normalidad» con la que se está desarrollando el paro y el «seguimiento masivo» por parte de los ciudadanos.

El secretario general de Cierval, Javier López Mora, lamentaba que la jornada de huelga provocará unas pérdidas que este país no se puede permitir a pesar del «escaso seguimiento» registrado en el sector privado.