El plan de reestructuración de Bankia aprobado ayer por la Comisión Europea, que contempla desinversiones por importe de 50.000 millones, obliga a la entidad a desinvertir en su cartera de participadas durante los próximos cuatro años. Entre los paquetes accionariales que el banco va a tener que poner en el mercado se encuentran algunos muy significativos, en especial el 14,99 % de la aseguradora Mapfre, que recibió de Caja Madrid, y el 5,13 % de Iberdrola, que heredó de Bancaja. No menos relevante es el 20 % en la tecnológica Indra o el 12,1 % de IAG, el consorcio que agrupa a Iberia y British Airways. Además, tiene un 15 % del grupo NH Hoteles y un 19 % en Metrovacesa.

Fuentes oficiales de la entidad financiera explicaron ayer que todas esas participaciones se encuentran a partir de ahora en venta, si bien Bankia va a ser prudente con el propósito de lograr las mayores plusvalías posibles. Para ello cuenta con ese plazo de cuatro años que le ha dado Bruselas. El presidente del banco, José Ignacio Goirigolzarri, adelantó también que Bankia se desprenderá de su filial en Miami, City National Bank of Florida (CNB), que registró un beneficio neto de 32,2 millones de dólares (unos 26 millones de euros) durante los nueve primeros meses del año, un 7 % más. "Es un banco excelente, pero lo venderemos", aseguró en la rueda de prensa en la que presentó el plan de recapitalización y en la que afirmó que la decisión de vender Mapfre ya ha sido comunicada a la aseguradora. Sobre Iberia, precisó que la entidad tiene "margen de maniobra" para acometer esta desinversión.

Mapfre y Aviva

El caso de Mapfre es bien significativo en tanto en cuanto, con su creación, el grupo BFA/Bankia heredó contratos para la comercialización de seguros de dos grandes compañías del sector: la citada, por Caja Madrid, y Aviva, por Bancaja. Todo indicaba que Mapfre se quedaría en solitario con este negocio dadas las vinculaciones accionariales. La primera aseguradora del país posee el 2,14 % de las acciones del banco de forma directa y otro 1,60 % a través de la Fundación Mapfre. Fue la apuesta que la empresa hizo por su socio cuando la entidad financiera salió a Bolsa en julio de 2011. Aviva, por su parte, exigió el cumplimiento de la cláusula de exclusividad que tiene Aseval, la aseguradora de Bancaja cuya propiedad esta compartía al 50 % con la compañía británica. El problema es que Aviva exigía una indemnización de 945 millones de euros por la ruptura del contrato. Así las cosas, Bankia decidió que seguiría trabajando con las dos aseguradoras. Fuentes oficiales de la entidad financiera consultadas ayer por este diario afirmaron que, "de momento, todo va a seguir igual", a pesar de que Bankia haya puesto en venta su participación en Mapfre.

Por otro lado, la venta del 5 % de Iberdrola, procedente de Bancaja, se va a producir en un momento en que las aguas en la eléctrica parecen haberse calmado una vez que la ACS de Florentino Pérez, en pugna con el presidente de la compañía, Ignacio Sánchez Galán, por su pretensión de entrar en el consejo, ha empezado a desinvertir en la firma energética. En esa batalla, Bancaja, primero, y luego Bankia, ya cuando la lideraba Rodrigo Rato, siempre se alinearon con Galán. Por su parte, la desinversión en IAG llega en un momento en que Iberia se halla inmersa en un severo plan de ajuste con el que pretende desprenderse de 4.500 trabajadores. Queda por ver si Bankia obtiene plusvalías con la inmobiliaria Metrovacesa, de la que se convirtió en copropietario forzoso tras el pacto de la banca acreedora con la familia Sanahuja -contendiente en la empresa con Joaquín Rivero y Bautista Soler- de cambiar deuda por acciones. Era una negocio de Caja Madrid. Bancaja vendió en 2006 su 5 % en Metrovacesa con unas plusvalías de 560 millones.

En el plan de desinversiones en activos no estratégicos por 50.000 millones hasta 2015 (desde 90.000 a 40.000 ), Bankia contempla la cesión de activos a la Sareb, el banco malo, por 25.000 millones, además de 17.000 millones de la cartera de créditos y 8.800 millones de la cartera de valores.