El centro comercial Gran Turia de Xirivella seguirá sin poder abrir todos los domingos y festivos. La Generalitat denegará la autorización por considerar que el ayuntamiento de la localidad no ha cumplido con los requisitos necesarios para optar a la calificación de municipio de gran afluencia turística que permitiría la centro del grupo Corio disfrutar de libertad absoluta de horarios, como hacen la mayor parte de grandes superficies comerciales de la ciudad de Valencia.
Fuentes de la conselleria de Economía aseguraron ayer que el Gobierno municipal no ha presentado los informes pertinentes sobre afluencia de turistas que justifiquen la declaración y que, por tanto, no es posible conceder la autorización.
El pasado mes de julio, ante la presión de los comerciantes del Gran Turia, el pleno del Ayuntamiento de Xirivella aprobó una resolución para solicitar a la Generalitat la igual de condiciones con el resto de centros de Valencia. El Ayuntamiento informo a la Generalitat el 5 de agosto de dicha decisión y le envió copia del escrito aprobado en pleno. Sin embargo, fuentes de Economía manifestaron que la resolución sólo justificaba la petición por razones de «excepcionalidad» que son insuficientes para conceder la declaración de municipio de gran afluencia turística.
El Consell se encuentra actualmente en plena fase de negociación con las patronales representadas en el Observatorio del Comercio para desarrollar los cambios normativos que fijen con exactitud los requisitos necesarios para obtener la calificación y autorizar la libertad de horarios. Economía también ha denegado la solicitud de Ikea, aunque en su caso, la multinacional no cuenta con el respaldo del Ayuntamiento de Alfafar.
La Asociación de Comerciantes de Gran Turia ha denunciado en varias ocasiones el agravio que sufren con respecto a los centros comerciales de la ciudad de Valencia. Ubicado en la frontera entre los dos términos municipales, su propietario (el grupo holandés Corio, que acaba de pasar a manos del francés Klépierre) mantiene bloqueado un plan de inversiones de 65 millones de euros para remozar la superficie comercial. Además ha advertido incluso sobre los riesgos de que se mantenga la actividad, aunque de momento la presencia de Carrefour garantiza la permanencia. «(El conseller) Máximo Buch tiene que tener muy clara una cosa, no podemos cruzarnos de brazos ante su indiferencia para resolver este tema. Ya se han cerrado más de 30 comercios y 200 personas han perdido su puesto de trabajo. Tememos por nuestros negocios y por las más de 600 personas que trabajan en Gran Turia. Y seguimos viendo como en una misma área geográfica, los comercios de Valencia, gozan de mejores condiciones comerciales que nosotros en Xirivella», concluyen los comerciantes.
