El auge del microchip dispara la demanda de ingenieros en Valencia

Las empresas están teniendo muchos problemas para encontrar especialistas pese a que los salarios superan los 40.000 euros

Solo en el sector de la fotónica hacen falta sesenta trabajadores

Un ingeniero trabaja con semiconductores fotónicos en València.

Un ingeniero trabaja con semiconductores fotónicos en València. / Levante-EMV

Ramón Ferrando

Ramón Ferrando

El auge del sector del microchip en Valencia ha disparado la contratación de ingenieros al punto de que las empresas están teniendo muchos problemas para encontrar profesionales en sectores como la fotónica. Las propias empresas van a financiar parte de la formación que van a impartir las universidades públicas valencianas para generar ingenieros altamente cualificados. El problema para captar talento se produce a pesar de que los salarios superan los 40.000 euros brutos al año.

Valencia lidera en España el sector de los microchips trabaja en el desarrollo de un gran campus internacional de formación para impulsar la transferencia de tecnología poner en marcha líneas de fabricación. En alianza con la Universitat Politècnica de València, la Universitat de València y la consultora Gobernanza Industrial, la asociación Valencia Silicon Cluster se ha adjudicado 13,8 millones de euros de fondos europeos del Perte del microchip para tres nuevas cátedras de semiconductores. Una de estas tres cátedras estará especializada en fotónica, un sector en el que en Valencia hacen falta entre 60 y 75 trabajadores con una formación muy cualificada.

Cátedra PIC-UPV

El programa de estudios de fotónica pertenece a la nueva cátedra PIC-UPV. La formación está centrada en tecnologías de integración fotónica, circuitos fotónicos integrados (PICs en inglés) y sus aplicaciones. La fotónica integrada son el conjunto de tecnologías de microchips (semiconductores) que utilizan la luz para aplicaciones en sectores muy diversos como telecomunicaciones, automoción, electrónica de consumo, inteligencia artificial, centros de datos, biosensores, internet de las cosas o defensa. Valencia es la referencia en España en fotónica ya que concentra el 60 % de los trabajadores del sector (unos 250 ingenieros con una formación muy alta).

Pascual Muñoz con un microchip de VLC Photonics.

Pascual Muñoz con un microchip de VLC Photonics. / Levante-EMV

Faltan ingenieros

Los directores de la cátedra, Pascual Muñoz y Jose Capmany (premio Jaime I), destacan que las empresas del sector tienen de forma permanente entre cinco y diez puestos de trabajo sin cubrir por la falta de ingenieros. Para suplir esta carencia las empresas se han aliado con la Politècnica y financian parte de la formación. "El programa de cátedras del Perte chip nos permitirá capacitar profesionalmente junto a las empresas a sus futuros empleados, una simbiosis necesaria en el sector", subraya Pascual Muñoz. El programa de formación cuenta con dos ramas. Por una parte, un máster de fotónica integrada de seis meses de duración dirigido a tandas de diez estudiantes para formar a cuarenta profesionales en dos años. Por otra parte, un programa de investigación en el que participarán 20 personas de distintos perfiles durante tres años.

El investigador y codirector de la cátedra de fotónica José Capmany

El investigador y codirector de la cátedra de fotónica José Capmany / Levante-EMV

"La continuación natural de todas estas personas tras esta cátedra es que conecten con las empresas participantes y que continúen su carrera profesional en el sector de la fotónica integrada", apunta José Capmany. En la cátedra se han implicado cinco empresas: VLC Photonics, iPronics Programmable Photonics, Sparc Foundry, Ommatidia Lidar y CalSens. El presupuesto de la cátedra de fotónica para los próximos tres años es de 5 millones de euros, de los que 4,25 millones provienen de fondos públicos del perte y 750.000 euros los han aportado las empresas.

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