La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha tenido que dar marcha atrás en su convocatoria de hoy para tratar de convencer a las aerolíneas y navieras de una bajada de tarifas vinculada al descenso del precio del petróleo. El rechazo que generó la propuesta entre los responsables de las compañías aéreas y marítimas, que, en privado, lo calificaban como una intromisión intolerable, así como el «aviso» de que una reunión para establecer unos cambios tarifarios podría ser considerada como una vulneración del libre mercado por parte de la Comisión Nacional de la Competencia y los Mercados (CNCM), han llevado al departamento que dirige Ana Pastor a dejar de lado el anuncio que hizo hace una semana en Ceuta.

De hecho, el ministerio ha tenido que enviar a los interesados una segunda convocatoria „la primera se entregó el pasado día 15„, que les llegó el pasado dia 20, en la que corregían el enunciado de «Impacto de reducción del precio del petróleo en las tarifas aéreas (o marítimas)..» por «Planes de las empresas aéreas (o marítimas), haciendo desaparecer cualquier referencia a los precios.

Previamente, las compañías aéreas habían comunicado al ministerio de la imposibilidad de reducir los precios, ya que el combustible se compra con cobertura a futuros y los billetes ya estaban en mínimos por la caída de la demanda. Las navieras, por su parte, ya cuentan con un factor de ajuste que traslada los precios del combustible a las tarifas.