La recuperación del Impuesto sobre el Patrimonio ha obligado a volver a pasar por la caja de Hacienda a un total de 18.714 contribuyentes de la Comunitat Valenciana, cuya riqueza conjunta se eleva a algo más de 54.500 millones de euros, según constatan los últimos datos facilitados por la Agencia Tributaria y que corresponden al ejercicio fiscal de 2013.

La renta acumulada por los valencianos más acaudalados „que se reparte sobre todo en capital mobiliario (bolsa y depósitos bancarios) e inmuebles„triplica el presupuesto anual de la Generalitat (17.191 millones para el ejrcicio de 2015) y su declaración afecta a aquellas personas cuyo patrimonio neto es superior a los 700.000 euros, o bien poseen bienes o derechos económicos por encima de los dos millones de euros.

Este impuesto transferido a las autonomías se suprimió a partir del 1 de enero de 2008 tras la crisis económica; sin embargo el Gobierno de Rodríguez Zapatero lo recuperó al defender la recuperación de la «tasa de las grandes fortunas» para paliar las arcas del Estado. Con todo, algunas comunidades autónonomas, entre ellas la valenciana, continuó bonificando el 100 % de este tributo en sus territorio hasta que el expresidente Alberto Fabra lo retomó en 2012 para lograr mayores ingresos „unos 110 millones anuales„ y conseguir que el Consell alcanzara el objetivo de déficit del 1,5 % lanzado por el Ejecutivo central.

Bienes urbanos y rústicos

Una quinta parte de las propiedades reconocidas por los más ricos „es decir, algo más de 10.000 millones de euros„ están invertidas en pisos, edificios y otros inmuebles urbanos o bienes de naturaleza rústica. El importe en esas partidas, a pesar de la debacle de sector de lladrillo, ha seguido creciendo en los últimos años.

El principal refugio del dinero anunciado al Fisco „hay que tener en cuenta que es inferior al real dado el elevado volumen de economía sumergida„ se mantiene en depósitos y otros productos bancarios, así como en bolsa; con lo que el capital mobiliario de los grandes contribuyentes valencianos supera los 41.500 millones. En esta partida destacan los 4.333 millones en instituciones de inversión colectiva, como las Sicav, cuya tributación resulta más ventajosa.

También existen 2.854 valencianos que declaran vehículos, joyas, pieles y otros bienes suntuarios valorados en 55,2 millones de euros, mientras que 64 aglutinan valiosos objetos de arte y antigüedades que valen 10,3 millones.

El desigual impacto de la crisis y el afloramiento de rentas ocultas se reflejan en las estadísticas del Ministerio de Hacienda. Así las cosas, la C. Valenciana contaba con 338 contribuyen tes más al finalizar 2013, que reconocen un patrimonio que supera en 831 millones al de 2012. La cuantía media declarada se sitúa en 2,9 millones (unos 500 millones de las antiguas pesetas). Si se compara con otras regiones, el crecimiento de los declarantes valencianos „cuyas riquezas globales se encuentran a mucha distancia de Cataluña (159.716 millones) y de Madrid (132.039 millones)„ se mantiene en parámetros similares a la media del país.

Desigualdad social

En España, el número de multimillonarios (aquellos con más de 6 millones) se ha duplicado durante la crisis, un periodo en el que, sin embargo, los menos ricos (aquellos con menos de 36.000 euros en patrimonio) se redujeron un 92%. Además, existen 471 españoles con un patrimonio superior a 30 millones de euros, el doble que al inicio de la crisis. Esta situación contrasta con los más de tres millones de personas que viven en una situación de privación material severa y evidencia la «ineficacia» del sistema fiscal para reducir la desigualdad, según constata un informe de Oxfam Intermón.