Las apetitosas tellinas que se sirven como aperitivo o que forman parte de los ingredientes de decenas de platos, especialmente en verano, ya no salen mayoritariamente de las playas valencianas. El biólogo Miguel Rodilla señala que, primero con la escasez de producto y desde el año pasado por la prohibición de capturarlas, las tellinas que se sirven llegan mayoritariamente de Andalucía, Galicia e incluso Portugal.

Aunque la textura ya sea diferente, y también el sabor, la tellina también llega a España en forma de producto congelado, y en este caso su procedencia se amplía a muchos países, incluso de otros continentes.

Pese a la dramática reducción de la población de tellinas en las costas valencianas, situándose al borde de la extinción, el biólogo Miguel Rodilla es optimista de cara al futuro porque, según señaló ayer a Levante-EMV, en cada fecundación se depositan gran cantidad de larvas. Lo importante, añade, es que se corrijan los factores que siguen causando su drástica reducción, algo que depende de las administraciones y de la meteorología.