El conflicto laboral del sector de la estiba en España por la reforma histórica que prepara el Gobierno está generando unas consecuencias desiguales en los puertos durante los primeros meses de 2017. Mientras el de València se hunde hasta un 20,6 % en tráfico de contenedores en febrero respecto a idéntico período de tiempo de 2016, el de Barcelona saca tajada y consigue crecer en un 31,5 %, según constatan los datos facilitados ayer por las respectivas Autoridades Portuarias que presiden Aurelio Martínez y Sixte Cambra, respectivamente.

La APV atribuye el desplome de actividad en los muelles del Grao a la baja productividad de la estiba y al desvío de buques en beneficio de otros emplazamientos españoles y europeos, que se elevan a más de una veintena durante el pasado mes, sobre todo de la naviera Maersk. Los tráficos más resentidos han sido los de contenedores vacíos y en tránsito y, a pesar de la conflictividad, los llenos destinados a la exportación crecen en febrero un 0,8 % y un 9 %, en lo que va de año.

Barcelona sube en China

Valenciaport ha manipulado un total de 11.215.934 toneladas hasta el mes de febrero, cifra que supone un incremento del 0,25 % respecto al mismo periodo del año anterior. En referencia al tráfico de contenedores, el acumulado desde primeros de año registra un descenso del 6 % y una caída de 46.510 TEU (unidades de veinte pies); al pasar de los 755.748 contenedores gestionados entre enero y febrero de 2016 a los 709.238 del mismo período del año en curso. Esa situación contrasta con el tirón de actividad del puerto de Barcelona con China, cuyo comercio mejora un 31 % con la capital catalana al captar más mercancías y disparar sus importaciones en un período que coincide con el año nuevo chino.

La aprobación del decreto ley de reforma de la estiba por parte del Gobierno, que hoy se votará en el Congreso, ha elevado la conflictividad en los muelles con paros encubiertos y a pesar de desconvocarse las huelgas «oficiales».La abstención o el voto a favor del grupo parlamentario socialista es determinante para que la reforma de la estiba tenga el visto bueno del Congreso, un paso a su vez necesario para que el sector cumpla la normativa europea y España sortee una posible multa de la UE. El giro de Ciudadanos provoca nerviosismo e incertidumbre entre los estibadores

Puertos del Estado, la patronal de empresas estibadoras Anesco, la sociedad de estiba del puerto de València Sevasa-Sagep y la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) aseguran que se están provocando pérdidas millonarias a las empresas portuarias. En febrero, en Valenciaport se gestionaron 317.251 TEU frente a los 399.564 del mismo mes de 2016. Esas cifras suponen un recorte de 82.313 unidades. Los tráficos que más han protagonizado ese desplome han sido las cajas vacías (-40,8 %), así como las de tránsito (-21,05 %).

Los descensos en los tráficos generan una «distorsión en los mercados y en la economía que provoca mayores costes para las compañías que utilizan de manera preferente el puerto de València para sus operaciones de importación y de exportación», resalta la APV.

Entre otros tráficos se han retrasado y bloqueado envíos de cítricos a China, entre otros productos.