Casi «in extremis», la patronal alicantina Coepa ha logrado una prórroga en un partido donde pierde por goleada por sus deudas con la Generalitat por los fondos de formación mal ejecutados. La Agencia Tributaria, a instancias del Servef, envió un requerimiento a la Coepa que vencía el pasado día 5 para que devolviera 1,9 millones por cursos no impartidos en su centro de oficios. A esa cantidad hay que sumarle el 20 % correspondiente al procedimiento de apremio, lo que implica 380.000 euros más y, por tanto, un total de 2,38 millones. Si cruzada la frontera de la quincena del mes de octubre, la patronal alicantina no había abonado la deuda, la Agencia Tributaria procedería al embargo de bienes de la entidad.

No obstante, Coepa presentó un recurso de reposición contra la providencia de apremio que, momentáneamente, paraliza la acción ejecutiva de Hacienda. Sin embargo, será por poco tiempo, el que tarde en constatar si el citado recurso incluye o no algún tipo de garantía sobre la deuda. En caso de que la respuesta sea negativa, la Conselleria pedirá a la Agencia Tributaria que ejecute el embargo. Y es que la patronal alicantina, que el martes celebró una asamblea para transformarse en autonómica y se asoció en una organización provincial con la Cepyme de Alicante que presentó la denuncia que abrió el expediente del Servef por la formación, se encuentra en una situación extremadamente delicada. Viene de superar un concurso de acreedores que la ha dejado casi sin estructura y, por tanto, sin opciones de ingresar por la ley de participación institucional. Además, está sufriendo una auténtica sangría de deserciones de federaciones y empresas, como el calzado y el metal, que se están uniendo a la CEV, que ha cogido el testigo de la extinta Cierval como patronal autonómica.