Menos políticos, nada de fastos, y más espacio para que las empresas hagan negocio. Esta vuelve a ser la premisa que regirá la presencia valenciana en la feria internacional de turismo de Madrid (Fitur), que se celebra la próxima semana y durante años fue símbolo del despilfarro en la gestión del PP. Según explicó ayer el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, en el recinto de 1.800 metros cuadrados se cederá más espacio para la presencia de 42 empresas hoteleras y receptivas; 30 empresas de base tecnológica y 140 empresas en la zona de producto (turismo activo, gastronómico, cultural, deportivo).

«Enfoque profesional»

«Hemos reforzado áreas orientadas a las empresas en la vertiente de comercialización, pero también en la vertiente de generación de experiencias y en la identificación del producto», explicó. «Se amplía y mejora el espacio destinado a producto, ofreciendo mayor visibilidad y creciendo un 70% con respecto al año anterior», añadió.

Además, por primera vez la Comunitat Valenciana participará en el pabellón de festivales, para potenciar la apuesta de los escenarios de costa como enclave de certámenes de música. Y volverá a estar presente en el pabellón LGTB, donde la C. Valenciana busca hacerse visible como «un destino hospitalario y abierto».

Colomer avanzó que en 2018 la Generalitat asistirá a 50 ferias promocionales, tanto generalistas como especializadas por producto, al tiempo que se llevarán a cabo «181 acciones del Plan Operativo con Turespaña en mercados internacionales».