La Autoridad Portuaria de Valencia (APV) ha puesto en marcha el procedimiento de adjudicación de un contrato presupuestado en 5,7 millones de euros que contempla la redacción del proyecto, la construcción y la conservación de un puesto de control fronterizo (PIF) en sus instalaciones de Sagunt.

Concretamente será sobre una parcela de 31.200 m2, donde este edificio permitirá que aumente la variedad de mercancía manipulable, ya que se añadirán las de origen animal, y la cantidad, ya que las estimaciones que se manejan señalan un incremento del tráfico desde la puesta en marcha de la nueva infraestructura de 75.000 toneladas el primer año y de 170.000 toneladas cuando entre en pleno funcionamiento.

El mayor aumento, según estos mismos cálculos, se producirá con los productos vegetales y de origen animal. Para su inspección, las instalaciones contarán con cinco salas de recepción en función de si las mercancías son de origen animal o vegetal, además de ser o no para el consumo humano. Una de ellas será específica para flores y maderas.

Este edificio es una reivindicación histórica, que el presidente de la APV, Aurelio Martínez, reclamaba una vez más hace unas semanas en una visita a Sagunt. «Es absolutamente imprescindible y nos gustaría que entrara en servicio por fases», apuntó. En esta línea, el presidente de Puertos del Estado, José Llorca, defendió que «todos los puertos tengan las mismas condiciones para competir y, por tanto, es fundamental que Sagunto tenga PIF».

58 meses de ejecución

El contrato contempla un plazo de ejecución de 58 meses y, además de las zonas de oficina y los almacenes de inspección, contará con sendas zonas de aparcamiento para vehículos pesados, que tendrá una capacidad de 66 plazas, como para ligeros, con 82.